Hablemos un poco de la región, que no se mueve mucho en geopolítica este año, pero bien que se dedican al frente interno. Ah, no que no hagan nada, sino que relativamente hacen poco, incluso Estados Unidos, debido al estado de la economía mundial y las cuarentenas, que hacen no justificable emplearse en nuevas aventuras militares y peleas internacionales. Entonces, alistan sus asuntos internos para lanzarse luego a lo de siempre. Lamentablemente he tenido que dividir el escrito en dos partes, por asuntos de orden y comodidad al lector. Cuarentena y el control del aparato productivo: La región latinoamericana está hoy mayormente en manos de la derecha, o sea que el aparato productivo quiere ser entregado lo más posible al sector privado. Este sector privado ya lo controla, pero le faltan algunas cositas. En cuarentena, las privatizaciones se ralentizan o incluso son imposibles, debido al estancamiento y propios problemas del capital internacional, que son hoy los únicos que tienen capacidad y dinero para comprar empresas estratégicas. En Brasil por ejemplo, está Embraer, y la quisieron vender a Boeing y hasta firmaron un contrato. Pero Boeing anda cerca de la quiebra, con salvataje de su gobierno, y desistió de comprar. Brasil se quejó y demandó, pero igual, que la justicia la dicta el poder y Boeing se debe estar riendo de esa demanda, protegida por el gobierno estadounidense. Sabe que es demasiado grande para ser obligada a nada. Eso es un hecho puntual, pero en general, el gobierno de Brasil está en nada. No puede privatizar gran cosa ni seguir entregando campos petroleros porque no hay compradores. Como eso era lo único que tenía en mente, Bolsonaro se ha dedicado a pelearse con todos sobre la cuarentena, precisamente para no hacer ninguna cuarentena. Los militares brasileños que hoy son el gobierno de Brasil, lo dejan que se ahorque lo más posible, y no le sorprendería al Tablero de Cronos que el vice (que tiene los verdaderos contactos militares) termine heredando el gobierno de Bolsonaro en el papel, además de la práctica. Ya lo saben los empresarios, tanto nacionales y extranjeros, que abandonan ese barco y esperan, esperan a que se hunda o a que pase la tormenta. En el fondo, esa paralización del gobierno de derecha es preferible a la venta del país, pero el problema es que no se ve un cambio al corto plazo. El autor dice esto porque aparentemente el rechazo a Bolsonaro recién ronda el 55.4%, y eso que se han muerto más de 57 mil personas en Brasil: señal de que las ideas derechistas y retrógradas que lo subieron todavía siguen rondando la cabeza de muchos. Cuando pase la emergencia tendrán (sea quien sea el gobierno) dos opciones: buscar como locos capital de las multinacionales occidentales, o acudir al gobierno chino. Y ahí habrá una lucha que definirá la tendencia político económica brasileña al mediano plazo. ¡Ah!, y no puede dejar de mencionar que los oligarcas están haciendo su agosto internamente, aprovechando la inutilidad del gobierno y su política de dar carta blanca a lo que sea que hagan; el amazonas va muy mal, entre otros. Cambiando de país, en estos días estuvo sonando la decisión del gobierno Argentino de expropiar Vicentin, una empresa agroindustrial. La empresa estaba endeudada y robaba de lo lindo, de modo que el ejecutivo quiso aprovechar para meter algo de control en el principal sector generador de divisas del país. Es una idea muy sensata, que habla bien de los que hacen cálculo geopolítico en Argentina. Ahora, una golondrina no hace verano, para los alarmistas que ya imaginan la hoz y el martillo en la bandera. ¿Cómo, que los Kichnner habían estatizado YPF? Mejor todavía. Pero siguiendo con la agroindustria, la verdad es que está más que nunca concentrada en pocas manos, y la mayoría dominada por empresas extranjeras, así que la derecha no tiene mucho de qué preocuparse todavía. Y además, la expropiación tomará tiempo, ya la han entrampado en juicios y argucias legales que durarán varios meses. Ojalá llegue a buen puerto, porque con el cambio climático y la escasez de agua, los alimentos aumentarán su valor estratégico. Por lo demás, Argentina es de los países donde más ha durado la cuarentena, con el consiguiente daño al consumo y economía local. Vendiendo la idea de emergencia sanitaria, ha conseguido que no se haga mucha alharaca con el no pago de su deuda, la cual lleva negociando meses. Lo negocia principalmente en Estados Unidos, donde no ganará gran cosa, pero como sus exportaciones principales, agrícolas, van a China, tampoco es que esté temblando de miedo; y en cuanto al valor de su moneda y la deuda, probablemente confíe en que mal de muchos consuelo de tontos, y es que el mundo entero anda en caída libre económica y los acreedores tendrán que hacerse de la vista gorda en muchos casos. También el gobierno peruano tiró su amenaza, de expropiar clínicas privadas por andar robando y aprovechándose de la población durante la pandemia, pero en este caso fueron patadas de ahogado y eso lo sabían todos los bandos (la constitución peruana, producto del dictador y asesino Fujimori, garantiza la propiedad privada por encima del bienestar general). Vizcarra es el hombre de la banca y su gobierno, defensor de la derecha y el status quo. Simplemente quiso amenazar para que le dieran un precio con el que mercadearse a la población. Las clínicas privadas negociaron y tiraron el número de 15,600 US$ aprox., sin importar cuanto dure el paciente hospitalizado. Para la población general el precio simplemente es ridículo e inmediatamente quedan fuera de todo el proceso, pues representa 59 meses de salario mínimo. Los privados harán su agosto cobrando al estado. Por lo menos, las minas que han estado intentando colarse a sangre y dólares por todo el país también han estado paralizadas. No consiguen que el estado consuma capital político mandando al ejército para permitirles construir. La economía, población y transporte siguen con las medidas de cuarentena así que poco avance hay. En cambio, las que ya están operando han seguido haciéndolo y no existe cuarentena que las cierre. El propio gobierno declaró desde el día 1 que las minas estaban muy lejos así que no se enfermarán allí; y es que quieren ese dinero, y a la vez no quieren perder su cuota de mercado, en competencia férrea con Chile, país que no quiso saber de cuarentenas tampoco. El Tablero de Cronos no está contra la minería de principio, pero no está con imponerlas a quien no la quiere. ¿Entonces qué hará el gobierno para ganar dinero, reponer la economía y pagar las deudas que se acumulan? Este autor sospecha que no tienen plan. Dinero para los empresarios ya lo dieron, y aunque era para todos, la mayor parte del dinero acabó en manos de la oligarquía de siempre y ya se acabó. También dieron bonos para el consumo interno, y ya se acabaron también, porque fue poco y limitado. No desean tomar grandes préstamos de modo que han decidido terminar la cuarentena y mandar a la gente a trabajar y enfrentar la pandemia y su destino. Pero como la gran mayoría trabaja informalmente (72%) y el consumo local se ha caído, no habrá una recuperación repentina. Y tampoco habrá grandes protestas, porque el peruano promedio está convencido de que no hay nada que hacer. Tenemos que hablar de México y su nuevo tratado de libre comercio. Le llaman T-MEC (tratado de México, Estados Unidos y Canadá) y es el sustituto del muy famoso TLCAN. Este último fue rechazado por Trump, que se saltó todo el andamiaje legal y simplemente obligó a renegociar a los demás miembros, amparado en su fuerza económica. Negociado está, y firmado también. En general es la misma cosa que tenían, pero ningún entendido ignora que si se negoció, fue porque el imperio quería sacar más ventajas y bajo su punto de vista, así ha sido. Sin embargo el gobierno mexicano aplaude y tal vez la cosa vaya según sus planes, que incluyen desanclarse un poco de Estados Unidos. Igualmente, se metieron muchas salvaguardas para proteger a EU de la mano de obra barata mexicana y AMLO hasta contento está de que sin mover un dedo, se obligue a las transnacionales a aumentar salarios y aceptar nuevas leyes sindicales y mejoras a las condiciones laborales en la industria automotriz. No van a ocurrir milagros de todos modos, que la mayoría ni notará la diferencia. Por lo demás, siguen con proyectos internos como el tren maya, la recuperación de la industria petrolera y otros proyectos de infraestructura como el nuevo aeropuerto para la capital. Sin embargo, al corto plazo, necesitará un plan para contrarrestar los efectos de la pandemia en la economía, que golpeará a México por el lado interno y por el lado estadounidense. No parece haber alguno, salvo capear lentamente el temporal. Ya que tocamos américa del norte, hablemos de Trump, que tiene elecciones este año. En Estados Unidos la economía se ralentizó, por más que han hecho todo lo posible por llevar mal la cuarentena. La gente no está ni estuvo en seguir a los médicos y por eso hay más de 2.6 millones de contagios y más de 127 mil muertos hoy. Pero "no problem", que ya había dicho el presidente que está contento si solo hay entre 100 y 200 mil muertos, y por ahora está en su rango. Están justamente en plan de olvidarse de todo y reactivar turismo y servicios, pero al toque han sufrido una recaída y de nuevo se dispara el número de casos. ¿Qué van a hacer? Pues nada, seguir como hasta ahora, tratando de imponer unas cuarentenas que buena parte de su población rechaza. El desempleo se dispara, el consumo cae, el turismo igual, y China sigue vendiendo lo que pueda, porque ya no tiene cuarentena. Firma un T-MEC que solo es un alivio para un sector pequeño de la economía, y eso si funciona, que no está garantizado. Tiene serias esperanzas, y probablemente acierten, de que el sistema financiero ganará dinero ahora que todo el mundo buscará préstamos para sus economías, y podrán cobrar mucho interés. ¿Quienes caerán en la trampa de la deuda? ya se verá, porque son bastantes los que prefieren acudir a China. Sobre su recuperación, que muchos ven con optimismo, realmente será mediocre. Una gran cantidad de empleos antes de la pandemia eran malos empleos, del sector servicio, mal pagados y sobreexplotados. Con la disminución de empleos disponibles, bajará aun más la calidad del empleo y no será culpa de los mexicanos ni demás migrantes. El poder de compra se erosiona lentamente, y aunque sigue siendo el más fuerte del mundo, la sociedad estadounidense empieza a ver mucha pobreza (para sus niveles) a su alrededor. De todos modos, Estados Unidos sí tiene planes para reactivar su economía: rescatar grandes empresas, tirar dinero sin respaldo a la calle y exprimir dinero desde el exterior. Son fórmulas conocidas de toda la vida y con ellas a afrontado sus otras crisis. Así que irá por ese camino, por más que su deuda ya supere el 100% del PIB. En la siguiente publicación trataremos de protestas, control de daños, racismo y desorganización.
2 Comments
TOSCO
19/8/2020 06:23:48 pm
Buenas tardes:
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jhr cronos
20/8/2020 06:52:23 pm
Gracias por el comentario.
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Octubre 2020
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