Aunque se ha escrito, y sobre todo hablado mucho sobre el tema, la verdad es que de tanta palabrería la gente se cansa y tiende a confundir aburrimiento con poca importancia sobre este tema. ¡Y en cambio yo lo tengo como divertido! Porque hay jugadas, jugaditas y respuestas de los contendientes; que solo es cosa de describirlo sin cara de limón para que la gente refresque en su memoria cómo van los combates sin cansarse. Además, no hacer caso a los exaltados. De cuando Estados Unidos dejó el juego en automático... La caída de la URSS encontró a latinoamérica firmemente bajo control de EU. Con la caída de su principal contendiente, los think tank del imperio desarrollaron lo que llamarían "El nuevo siglo americano", que era un cronograma y guías sobre las cosas en las que EU, como imperio incontestable, debía realizar, junto a los símbolos que debía proteger y de quiénes debía cuidarse. En ese contexto se popularizó la idea del "fin de la historia", porque, y es bueno que se sepa, el asunto no era idea de un grupito ni partido político estadounidense, sino que incluia a gran parte de sus intelectuales políticos, y se trabajó activamente para volverlo un asunto cultural. "Nosotros podemos... llevar a cabo estos ambiciosos proyectos, y dirigir al mundo durante este siglo mínimo." Hablaban hasta de colonizar Marte. Las nuevas reglas del juego en la región, irónicamente, iniciaron con eso. Estados Unidos estaba tan convencido de su hegemonía que se creyó su propio mercadeo. Así que decidió dedicarse a sus grandes proyectos (el control de eurasia era primordial), ya en la era Clinton, y dejarle las zonas "seguras" a sus testaferros del Consenso de Washington, el poder del mercado, y a un sistema de inteligencia y espionaje suave y anticuado, basado en la correspondiente embajada y ONGs conocidas como por ejemplo la USAID y la NED. O sea lo que era costumbre, y ningún gobierno de la zona ignoraba estos hechos. Pero habían calculado mal. El fin de la historia se comprobó como mito, y descubrieron que aunque su aparato militar respondía a las exigencias (demostró que podía bombardear hasta en territorio europeo, con Serbia), su poder económico flaqueaba. Llegó el nuevo milenio y su PIB perdía terreno en porcentaje global. China se asomaba con un crecimiento asombroso, Rusia imponía control a sus mafias y regeneraba su estado, y empezó a murmurarse el acrónimo BRIC, que tenía sus propios planes. Sorprendentemente para ellos, había gente que no quería obedecerles ni tenerlos por líderes indiscutibles. No esperaban tal rebelión tan rápido. Entonces llegó el turno de suramérica, que decidió jugar raro... Todo se les descompone... Suramérica fue la región latinoamericana que más claramente mostró su intención de recuperar soberanía y apoyar la idea de un mundo multipolar. La causa principal fue el fracaso grave de las políticas económica neoliberales para producir un sistema estable, con población lo suficientemente cómoda y controlada. Muchos achacan esa caída no al Consenso de Washington sino a los elegidos para llevarlo a cabo, incompetentes o corruptos. El Tablero de Cronos asegura que el Consenso solo podía trabajar con ese tipo de personas, pues gente de talento y que priorizara el bien general al particular, no hubiera obedecido aquellas directrices. Por la vía democrática hubo un cambio de tendencia en la región, que aunque no rompía realmente con el sistema socioeconómico vigente, sí deseaba controlarlo de forma más directa y activa, con la idea de devolver algo de su poder al estado, disminuir un poco la desigualdad y disminuir el control de los centros económicos externos. Brasil sobre todo, tenía claras intenciones de ser en el futuro uno de los polos de desición en el mundo. Los países vecinos creyeron que tenían más independencia si hacían causa común con Brasil y así fundaron UNASUR, hundiendo de paso el proyecto del ALCA, un tratado de libre comercio continental propuesto por EU. No todo ocurrió al mismo tiempo, pero se puede decir sin equivocarse mucho que ocurrió a partir del 2000. Mucho ocurría en la sombra, pues el imperio creía tener todo bajo control y los nuevos no se atrevían a ser demasiado claros. Quién primero salió a la luz, o más bien lo hicieron salir, fue el expresidente Hugo Chávez. Su país posee la primera reserva mundial de crudo, y aquel intentaba, con éxito, de someter bajo control real del estado a la compañía estatal de petróleos PDVSA, y también imponer nuevas reglas a las compañías privadas operando en Venezuela. Aparte de eso, la embajada estaba llena de quejas de la oligarquía tradicional, sobre nuevos controles. Estados Unidos dio su visto bueno a un intento de golpe de estado, colaboró en el organigrama, pero dejó la ejecución y detalles a los agentes que ya hemos mencionado. Siempre había resultado, y tomaron una postura demasiado cómoda; se descuidaron. El golpe fracasó, Estados Unidos perdió prestigio y Hugo Chávez aumentó el suyo, además de radicalizar su empeño en controlar los recursos del país. Después de tal aviso, el imperio decidió poner atención, pero la situación era complicada. Argentina cayó en quiebra, con caos social y una retahila de presidentes que hacían muy difícil predecir lo que seguiría. Como en Brasil subía Lula, se decidió anclar definitivamente a la región con la economía de EU a través del ALCA. Aquello fracasó en Mar de Plata 2005 (Nestor Kirchner como anfitrión), con la presencia de George W. Bush en persona, que venía de conquistar Irak con apoyo de España y Colombia entre otros. Él pronunció la sentencia de "con nosotros, o contra nosotros", como amenaza y declaración al mundo, cuando preparaban la invasión a Irak; y Brasil, con Lula, tuvo la osadía de decirle en Washington que no participaría. La respuesta: Disparadas las alarmas, de que suramérica se alinearía con los BRICS, el gobierno estadounidense se lo tomó muy en serio y por tanto diseñó una estrategia al mediano plazo. Bush, enojado por el desplante, tomó el toro por los cuernos y abrieron en el 2008 la Cuarta Flota de los Estados Unidos, que solo había accionado antes durante la segunda guerra mundial. ¡He aquí un asunto curioso! La gente no suele saberlo, ni ellos promocionarlo, que el ejército estadounidense, lo que ellos llaman el sector defensa, es muchísimo más que armas, naves y soldados. Para ellos defensa son las manos de su poder ejecutivo, de su clase gobernante, y como tal puede estar encargado de construir una escuelita, hacer un hospital, recabar información, financiar grupos medioambientales, explorar una luna de Júpiter, combatir la gripe y hacer diplomacia general. Se le ha criticado muchas veces que cuando hay desastres naturales, lo primero que mandan es soldados; eso es porque es lo que más fácil controlan y tiene capacidad para todo. Desde entonces la Cuarta Flota ha realizado labor de hormiga, reuniendo información (la NSA también los suple), estableciendo nueva red de contactos (incluyendo relaciones con los militares de la región), verificando qué políticos son realmente efectivos, y ofreciéndose para colaborar en lo que cualquiera pida. Eso les ha tomado años. Pero en los últimos tiempos ha logrado poner algo de su maquinaria en marcha. Asesora, sirve de punto de coordinación general. En resumen, que desecharon su sistema de control civil y pasaron a uno militar. ¿Y suramérica, qué dice? Dice que está sumida en una grave crisis económica, política y social. Y quien les diga que la culpa es del imperio... ¡miente! O al menos, no son culpables directos. La crisis económica que explotó en el 2008 también les afectó a ellos, que tomaron las medidas que les convenía, principalmente la manipulación y fortaleza del dólar, moneda de reserva mundial... todavía. UNASUR resistió algunos años, pero finalmente quedó sin oxígeno y se hundió en la crisis de las materias primas. Con la baja económica la tendencia dominante perdió el favor de la gente, y al no haber dinero fresco los hoyos producto de la corrupción e ineficiencia salieron a la luz, lo que alimentó el descontento. Han perdido el gobierno en elecciones democráticas, y dónde no lo han perdido se encuentran maniatados para avanzar en ninguna dirección. Eso no quiere decir que los gobiernos, incluso los recientemente surgidos, ignoren lo que hace Estados Unidos o deseen acoplarse sin más. Tienen la información sobre el espionaje estadounidense hasta los más altos niveles gracias al amigo Snowden y Wikileaks. Pero debido a la debilidad momentánea solo ejercen resistencia pasiva, nada que pueda afectar su economía. Brasil, sobre todo su sector militar, ha estado trabajando para independizarse de la logística militar de EU (y de su espionaje), y apuesta a una fuerza aérea de producción nacional. Pero... su clase política está completamente paralizada por escándalos de corrupción. Siguen apostando a crear un polo para el mundo multipolar, pero por ahora no dará un paso. Argentina ha decidido por ahora no moverse en cuanto a UNASUR, pero reniega su presidente de la antigua tendencia. Hace gestos a favor de EU, pero más que nada aceptando su caída económica; no ha renunciado a sus negocios amplios con China o Rusia (al menos no todavía). Cuando se intentó una declaración de falta de democracia grave contra Venezuela (el gobierno que más habla, aunque sin fuerza económica hoy día), Argentina no la apoyó a pesar de que antiguamente había declarado que la firmaría. Los países caribeños de Petrocaribe han sido firmes aliados de Venezuela, y con eso sirven de "tapón" para la entrada del capital estadounidense al gran petróleo. Recientemente el imperio dijo a las claras que la relación de Venezuela y el caribe se consideraba una amenaza a su seguridad nacional. De modo que suramérica está en baja, pero aun resiste en su idea geopolítica, mientras que Estados Unidos lleva la ofensiva y pacientemente espera seguir infiltrando, hasta tener su patio trasero bajo control otra vez. China estará mirando. ¿Cuanto terreno podrá recuperar EU? Dependerá de cuanto dure la crisis económica en suramérica, más que nada en Brasil.
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