El Tablero de Cronos empezará avisando que aquí habrá mucho de pronóstico y análisis. Confianza hay, pero el lector siempre debe tener en cuenta que el futuro es movedizo. ************** Después de décadas de conflicto, el gobierno colombiano ha firmado un tratado de paz con la principal guerrilla del país, las FARC. El conflicto en sí es conocidísimo, no será necesario explicarlo. En cambio muy pocos recuerdan como surgió; y aunque es una lástima porque tiene mucha importancia histórica y social, nos saltaremos el tema para enfocarnos en el final. Conviene saber, sin embargo, un dato que aportó la ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) hace varios años: que los principales culpables de delitos de lesa humanidad, principalmente asesinatos de civiles y expulsiones fueron los paramilitares, seguidos por el ejército colombiano, y luego la guerrilla; y que había cierta colaboración entre los dos primeros. El tratado de paz fue llevado a plebiscito, para ganar peso político y social; se llevó a cabo y ganó el NO. No al tratado de paz, por más que la ONU y los garantes dijeran que era un buen acuerdo. Pero pasemos adelante. La posición geopolítica de Colombia: De todos los países de América del sur, Colombia es quien está más alineado con las directrices de Washington (probablemente solo México esté más anclado en todo el continente). Por la guerra contra la guerrilla izquierdista, el gobierno buscó ayuda militar con los enemigos de su enemigo, los Estados Unidos, y este les proporcionó grandes ayudas en armas, entrenamiento y dinero en efectivo (aparte de la posición hegemónica "tradicional"). El protocolo más famoso con que esto sucedió fue el llamado "Plan Colombia", relativamente reciente. Estas iniciativas se mercadeaban como lucha contra el narcotráfico y la "narcoguerrilla", pero en cuanto al narco, fue un fracaso: no podía ser un éxito cuando no era ese el objetivo. La colaboración ha durado décadas, y se cree que Colombia recibió cerca de 10,000 millones de dólares, yendo a parar casi todo a las distintas ramas del ejército y fuerzas de seguridad. Por supuesto, también hay que contar lo desviado en corrupción, y lo que se pierde en burocracia gubernamental. El asunto es que el gobierno se volvió adicto a ese subsidio, y sus fuerzas de seguridad no querían oír ni en broma sobre una bajada del presupuesto. Estados Unidos no da dinero gratis, y se cobró convirtiendo a Colombia en una ficha de su tablero, que le obedecería fielmente. Sus agentes tenían vía libre para operar y los tenía de todo tipo, civiles y militares; negociaron el establecimiento de bases militares del imperio y el uso libre de bases colombianas para lo que fuera menester (en gobierno del delincuente expresidente Álvaro Uribe, aunque luego fue declarado inconstitucional bajo gobierno de su exministro Manuel Santos). Los servicios de inteligencia compartían los informes, las compras militares eran dirigidas a compañías del imperio, y tenían información y control sobre las rutas de la droga en el país. El cada vez mayor involucramiento del ejército estadounidense provocó mucha preocupación en los gobiernos de la zona, sobre todo Brasil y Venezuela. Los medios masivos solo se enfocaron en las protestas del mediático Hugo Chávez, pero quien con más preocupación veía el asunto era Brasil y su ejército. Con bases en Colombia EU tendría acceso al interior del amazonas, lejos de las zonas más urbanizadas de Brasil y de sus posiciones militares más importantes. Los estrategas brasileños tienen la idea de que EU, usando la ONU, tiene gran interés en hacer del Amazonas un protectorado con excusas medioambientales (ejemplo acá). El Tablero de Cronos cree que exageran mucho, pero así está la cosa. De modo que Brasil ha estado inviertiendo gran capital económico en crear una industria militar propia (hasta ahora con éxito) y gran capital político económico en los distintos proyectos para unión regional de UNASUR (la decisión de acabar con el conflicto colombiano fue uno de los pocos consensos unánimes del bloque). Eso hasta que la economía se les fue al traste y los llevó a una paralización casi completa. Unido a la caída económica venezolana, los planes para formar un eje económico entre el norte de Brasil y el sur venezolano, desarrollando esos sectores de la amazonía, no se materializaron. De modo que la paz colombiana le venía como anillo al dedo tanto a Brasil como Venezuela, y piensa este autor que sería algo muy beneficioso para toda Suramérica. La posición geopolítica colombiana si llegara la paz: El gobierno colombiano siempre ha justificado las ayudas militares de EU con el argumento "narcoguerrillas"; y también justifica la participación directa y libre de la DEA (y otras agencias y ONGs.) como necesario para el combate al narcotráfico con tentáculos internacionales. Internamente, también justifican la represión y "excesos" de los organismos de seguridad. Eliminada la guerra contra la mayor guerrilla del país, resultaría muy cuesta arriba mantener ante la ciudadanía colombiana la idea de que se necesitan aviones de combate de 4ta generación para tumbar avionetas del narco. O que son necesarios tanques de guerra. Y mucho menos que el imperio necesite tener bases militares en el país para detener a los carteles de la droga. No las tienen en México (su frontera), ¿y las van a tener en Colombia? Igualmente pasaría dentro de Estados Unidos, donde se cuestionaría a nivel del público la pertinencia de dar miles de millones de dólares en ayuda militar contra carteles que a fin de cuentas son civiles; e incluso entre su plutocracia algunos lo verían como un despilfarro, al no amenazar los carteles la hegemonía y posición de Washington dentro de Colombia (al menos no de forma directa). De modo que, aunque no sucedería inmediatamente, de haberse aprobado la paz se produciría, más al corto plazo que al largo, un desanclaje entre Colombia y el aparato militar estadounidense. La pérdida de influencia del Imperio en la región es cosa siempre beneficiosa. Igualmente -aunque esto tardaría un poco más- se produciría una pérdida de influencia del ejército sobre el ejecutivo colombiano y la sociedad en general. Poco a poco volverían a los cuarteles y la lucha contra el narco volvería a ser más que nada civil (salvo alguna situación especial momentánea, como ocurre en las fabelas brasileñas). Los derechos humanos recuperarían algo del valor perdido. Por supuesto, los sectores que perderían influencia se oponen a la firma de la paz. La victoria del NO en el plebiscito: Pero, ¿queda inmutable la situación geopolítica de Colombia? ¿Todo igual?
No, para nada. Empezando con que el gobierno y las FARC decidieron mantener el alto al fuego, la desmovilización y las conversaciones de paz. Recordar que el gobierno no tenía necesidad legal de convocar a plebiscito, que podían imponerlo. Podrían hacer algunos cambios cosméticos e implementarlo por partes, con buen mercadeo. El Tablero de Cronos prefiere que el pueblo decida aunque sea para irse al infierno, pero entre los países desarrollados la norma es no preguntar a la ciudadanía, y cuando lo hacen, el resultado que no guste a sus oligarquías siempre es diluido por medio de negociaciones y tratados que se firman por detrás, como harán ahora con el "Brexit" de Inglaterra. De hacerse de esta manera, el resultado geopolítico final sería el mismo, solo que el proceso se vería ralentizado. De entrada el presidente Manuel Santos ha llamado a sus oponentes a negociar. Con la entrada del delincuente expresidente Uribe pinta que la renegociación será larga y más profunda, aprovechando la debilidad de las FARC (que habían empezado a desmovilizarse y sus combatientes preparaban la reincorporarse a la vida civil) presionarían para darles menos beneficios políticos futuros y tener a un mayor porcentaje de sus miembros en la mira de procesos judiciales (sean o no culpables). Tal negociación probablemente tuviera éxito, pues efectivamente la guerrilla, masa y dirigentes, se habían entusiasmado con la idea de transformarse en grupo político con presencia en el congreso asegurada y en estos momentos están presionados por el plebiscito para ceder algo más. Probablemente aumente las probabilidades de que un sector duro de la guerrilla decida no dejar las armas o se una a los grupos guerrilleros menores, lo que sería una lástima. Suponiendo real este escenario... ¡el resultado geopolítico vuelve a ser el descrito! Con un acuerdo más penalizante se diluye con más razón la excusa para el involucramiento militar estadounidense, al igual que la fuerza del sector militarista colombiano. Y aunque trataran de mercadear otras guerrillas, estas hoy en día ya están en conversaciones de paz, y al no existir las FARC carecen de fuerza militar suficiente para causar verdadero impacto. Lo más probable es que firmen acuerdos con el gobierno o caigan en la obsolescencia. Solo que el proceso empezaría más tarde y unod e los sectores políticos queda en desventaja. ¿Qué conviene? Una inyección de izquierda militante sería buena para un país que se ha nucleado por décadas en el Consenso de Washington. Aparte de dar una voz relativamente fuera del sistema al congreso colombiano, cosa muy necesaria para investigar el papel de los crímenes de estado, desmilitarizar la sociedad y para desempolvar un poco a su oligarquía. Por tanto recomienda El Tablero de Cronos la firma del tratado de paz con los menores cambios posibles a lo pactado originalmente, y lo más pronto posible. De todos modos, la línea geopolítica futura parece encaminada y es solo asunto de velocidad. Aunque quien sabe porque el imperio inventa cada cosa... Mientras se escribía esto, se supo que Manuel Santos, actual presidente de Colombia, fue elegido para recibir el premio Nobel de la paz. A pesar de que a fin de cuentas el tratado de paz negociado fue rechazado, al menos tenía más sentido que el dado a Barck Obama. Solo que... si el tratado y el esfuerzo por firmarlo merecían el premio, ¿no debió premiarse a los dos bandos que firmaron (hay al menos dos ejemplos de ello en el pasado)? El comité de los premios siempre ha sido conservador y responde a ciertos intereses; en este caso quieren animar a Santos a completar un tratado de paz y al mismo tiempo refuerzan su figura para cuando tenga que presionar a las FARC con los cambios. Privilegian uno de los bandos, y no es algo que pasara desapercibido.
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