Pues resulta que el ejecutivo peruano y su congreso han decidido tirar la casa por la ventana en sus luchas, y el primero ordenó disolver el congreso, y el segundo, suspender al presidente por un año y nombrar otro presi. Ya luego hablaremos de razones, pero mientras tanto, y recordando que Perú es un país presidencialista, es casi seguro que Vizcarra se salga con la suya. A este autor... le encantaría poner cosas del país en la sección de geopolítica, pero no puede. Incluso en este trance, la tendencia políticoeconómica no cambiará y ni siquiera está en peligro. Sus oligarquías lo saben, y el valor de la moneda, el Sol, no se inmuta; ni se inmuta gran cosa la bolsa de Lima, que no es que represente gran cosa pero sí puede mostrar miedos en la clase comerciante. Así que seguiremos acá en Bienvenida, con etiquetas a Variedades y Sociedad, y hay que darle ahí donde dice "Leer más"------> ¿Por qué sucede? En el fondo, sucede porque no se les ocurre nada mejor que hacer. ¡Oh, nada de sarcasmo! La realidad es que el congreso y el ejecutivo han estado peleándose desde las últimas elecciones, por el hecho de que el congreso es de amplia mayoría opositora. Las elecciones para el congreso son de una vuelta, pero para el presidente hay doble convocatoria. El congreso lo ganaron los fujimoristas, que en general son unos delincuentes, mientras a segunda convocatoria pasó la candidata fujimorista Keiko, hija del dictador y asesino preso; y Pedro Pablo Kuczynski (PPK), un delincuente de cuello blanco reciclado, bien de derechas y el candidato de la banca nacional e internacional. Les dedicamos un artículo por aquel entonces. La izquierda quedó en tercer lugar, y sus partidarios se preguntaron entonces qué hacer. El procedimiento era obvio... Ya que los ganadores no servirían para nada, buscar al menos que hicieran el menor daño posible, y para eso convenía que ganara la presidencia el candidato del partido minoritario. La izquierda tenía bastantes congresistas, así que podrían manejarse entre ambas facciones. Para variar, la cosa salió cerca de lo planeado. Entre peleas insustanciales, de política menor, fue pasando el tiempo, hasta que llegaron momentos de ruptura. PPK amenazó al congreso con disolverlo si no le aprobaban ciertas cosas (ejemplo), y el congreso se las aprobó. Luego fue amenazado de nuevo, y el congreso volvió a ceder, pero respondió a su vez con una amenaza de juicio político para sacarlo. Entonces PPK negoció, soltó al asesino Fujimori, y el congreso lo dejó en paz por el momento (escribió El tablero sobre ello aquí). Soltar al asesino fue ponerse la soga al cuello y sus días estaban contados. Par de meses después renunció el perro amistoso de EU, horas antes de enfrentar una votación en el congreso que lo sacaría. Entonces heredó el vicepresidente desconocido, Martín Vizcarra. El congreso lo dejó asumir con la idea de que era débil, pero resultó que supo manejar la opinión pública. Atrajo a todos los antifujimoristas y continuó la campaña de desprestigio al congreso que venía de antes. Como la mayoría del congreso no servía, era muy fácil la propaganda. Al igual que su antecesor, amenazó varias veces al congreso con disolverlo si no aceptaban sus designios, y al igual que en el pasado, el congreso siempre cedió. Eso se llama chantaje por donde quiera que se mire, y es posible únicamente debido a que la constitución, diseñada por el asesino exdictador Fujimori para su beneficio, sigue vigente (y seguirá por ahora, porque la oligarquía va muy cómoda con ella en la parte económica). Hasta que finalmente estiraron mucho la soga y el presidente cumplió su amenaza. ¿Y quién tiene la razón y legalidad? La legalidad está con el congreso. Lo que Vizcarra hizo es anticonstitucional y a eso no hay vuelta que darle. Bueno, hay una constitución que dice que el presidente puede invocar una "cuestión de confianza" sobre algún asunto, vía el presidente del consejo de ministros, y el congreso tiene dos sesiones (incluyendo la sesión en que se entrega el documento) para saber si acepta el asunto o no. Si no acepta en dos ocasiones, el presi puede disolver el congreso. ¿Hay dos negaciones al respecto? No. Solo hay una. El día 30 de diciembre fue la última y el voto, por la tarde, fue a favor de la "cuestión de confianza". El problema es que Vizcarra decidió, porque le vino en ganas, que el congreso tenía que votar su "cuestión" de primero, antes de que se pusiera el congreso a elegir a jueces del tribunal constitucional. Hizo entregar su petición el 30, por lo que el congreso tenía, por constitución, dos sesiones para discutirla y votarla; la votó en la primera sesión. Vizcarra sin embargo, avisó que si no se le atendía primero "interpretaría" que había sido rechazada. La Constitución peruana no le da permiso para "interpretar" nada de eso. Si le apuraba tanto, debió entregar su "cuestión de confianza" un par de días antes. Ah, por supuesto, el congreso apresuraba las votaciones para elegir a los miembros de la corte constitucional justamente para no darle tiempo al ejecutivo para intervenir. Alguno dirá que eso no es justo, pero lo cierto es que es legal, pues está en las facultades del congreso elegir a esos miembros y disponer el orden y días en que son tratados los temas. Pero algunas voces han alegado que, ya que la Cuestión de Confianza trata justamente de la elección de esos miembros del tribunal constitucional, es lógico que no debería el congreso elegir ni un solo juez antes de decir si acepta o no el reclamo, pues de elegirlos, ya el reclamo no tendría sentido pues elegidos están. Algo de lógica tiene, pero la Constitución no exige tal cosa, y bien podría ser que el congreso decida cambiar el sistema de elección de jueces... para el futuro. La realidad es que hasta que suceda la "Confianza", el congreso está facultado para trabajar normalmente. Existe también otra queja, y es sobre los congresistas, al que muchos tienen como pícaros, delincuentes e inútiles. Se alega que serían tan malos, que merecen perder sus cargos y así no estorbar al ejecutivo. Cierto que El Tablero de Cronos también opina que la mayoría fujimorista, y muchos de los otros también, sobre todo los de Vizcarra, son un grupo de pícaros inútiles. Pero fueron elegidos por voto directo de los ciudadanos y están constitucionalmente facultados para ser congresistas, y gobernar en lo que les corresponde. Finalmente, muchos señalan que la disolución del congreso cuenta con gran respaldo popular, y también dan encuestas sobre el muy bajo apoyo que tiene la gestión del actual congreso, y muchos congresistas en particular. Pero el cargo lo dan las elecciones, no las encuestas. Se pide el voto directo de los ciudadanos y su conteo oficial. Y no pierden los cargos cada vez que son impopulares. De hecho, si cada cargo electo fuera depuesto cuando su popularidad baje del 50% de la ciudadanía, probablemente cayeran al día siguiente de asumir el cargo. Y si tienen su popularidad en 1% es igual: la constitución actual le permite gobernar. Lo que convendría que suceda: Ya dijimos al inicio que probablemente Vizcarra se salga con la suya, aunque aún hay cierta posibilidad de negociaciones, donde la moneda de cambio serían los miembros del Tribunal Constitucional en disputa. Pero, si no, el presidente seguirá por ahí gobernando a decretazo limpio, y ni siquiera será tan raro, porque decretos sacan siempre. De todos modos, habría perdido mucho capital político, estaría a merced de la opinión pública, y los daños que podría hacer con leyes a favor de la oligarquía es muy limitado. No espera el Tablero graves daños por ahí.
En caso de que sobreviva el congreso, igualmente podrían hacer poco, porque sin el ejecutivo, y con la mayoría de población en contra, cualquier ley que enojara al público sería vetada automáticamente por el presidente, que al haber sufrido una derrota contra el congreso simplemente no haría nada a favor de este. Queda el caso de que el congreso sobreviva y decida hacer válida la suspensión del presidente Vizcarra por un año. Pero ese caso es prácticamente imposible. La presidencia maneja todas las fuerzas de seguridad y actualmente controla la situación. Más fácil el congreso lo pierde todo. Sin embargo, ¿no convendría salir de una vez de esa pandilla de inútiles, apoyar a Vizcarra y hacer nuevas elecciones? Bueno, en este asunto el tablero dará su opinión y por tanto cada lector es libre de no creerle: ahora mismo, la izquierda difícilmente aumente de forma significativa su número de congresistas. Cuando la caída de PPK, hubiera sido mucho más adecuado, porque al ser el ejecutivo, la maquinaria de propaganda y control estatal, siempre en contra de la izquierda y a favor de la oligarquía, estaría debilitada. En este caso es al revés: el ejecutivo tendría todo el control, y la izquierda ni siquiera tendría congresistas que les sirvan de voceros, por más que no tuvieran ninguna culpa de los líos actuales. Solo Vizcarra, su partido corrupto, sus amigos y aliados políticos, tendrían la ventaja. Y aunque su partido no cuente con real apoyo popular, usará su nombre y prestigio, aupado por la reciente demostración de fuerza, para aumentar su fuerza electoral. Por tanto convendría que las elecciones se realizaran con un congreso operante, aunque debilitado. Y en caso de ir a elecciones, conviene que la izquierda se una y trate de buscar todos los votos de los desilusionados fujimoristas, que ya no creen para nada en su partido. Y que promuevan una nueva Constitución entre el electorado, que ahora mismo apoyaría tal cosa. Una vez en el poder se haría una asamblea constituyente, se modificarían los aspectos económicos, esas cláusulas que anclan a Perú al anticuado y pernicioso Consenso de Washington, y también el sistema para revocar funcionarios electos, para que solo pueda realizarse por voto directo, como en Venezuela.
0 Comments
Leave a Reply. |
Categorías
Todos
Archivos
Diciembre 2020
|