Al terminar la primera guerra mundial y con el surgimiento del comunismo, el mundo entró en una etapa donde se vio perfectamente posible que una ideología, aunque fuera nueva, extraña o estrambótica, llegara al poder. "Si los comunistas pueden, todos pueden". Así que surgieron las más variadas ideas sobre formas de gobierno, incluso regresiones al pasado. Entre todas esas ideas, una de las más importantes fue el fascismo. Acá está su definición de diccionario. Como gran perdedor de la segunda guerra mundial, fue satanizado y sepultado en propaganda, de modo que la gente hoy no sabe de qué iba el asunto. No se pierden de gran cosa tampoco. Sin embargo, desde siempre han existido personajes que igualan el fascismo, al comunismo, a pesar de ser ideas opuestas. A pesar de que Hitler, por ejemplo, siempre señaló que el enemigo jurado eran y son, las ideas comunistas. De manera simplista suelen mencionar que el partido NAZI era "nacional socialista". Es este tema el que tocará el Tablero de Cronos, porque ahora con la cuarentena se topa a cada rato con esos disparates y ya está bueno. La diferencia fundamental y básica: Uno de los principales puntos del fascismo es la idea del "hombre superior" (distinto al de Nietzche). Del líder, el "Duce", el "Führer", el "Caudillo". Por supuesto, ese hombre no es uno sino unos, un grupo, y son gente de talento excepcional en áreas en específico, siendo la más aplaudida el talento político. Ojo que la derivación de esa idea es importantísima para entender sus políticas: ya que hay un grupo nacido con ese talento, es claro que ese grupo debería gobernar y dirigir. ¿Por qué darle la dirección a los incapaces, a la masa tonta y borreguil? De hecho, esa masa tonta ni siquiera debería elegir a los gobernantes... Y NO es una idea nueva, ni extraña, para nada. La monarquía supuestamente era eso, y quien decidía que el rey era un talento excepcional podían ser los dioses mismos. Después de la revolución francesa, pues decidieron que eso del derecho divino era una tontería y pasaron a la democracia. Sin embargo, en esa democracia, quienes pronto tomaron el poder real, el "sistema", fueron los ricos. La Oligarquía, que tenía una idea muy similar: ellos claramente debían dirigir, pues se había probado en la práctica, como mostraba su riqueza y bienes, que estaban capacitados para ello y eran un talento excepcional. Aparte, con su dinero compraban educación, cultura etc. De hecho, ni siquiera importaban las elecciones porque ellos controlarían el sistema, también a la opinión pública y por tanto, la masa tonta e ignorante sería controlada. Los fascistas, entre otros, señalaron el error: la riqueza perfectamente podía venir del robo, de ser un pícaro, podía llegar heredada, podía ser administrada por otros que no eran dueños, además un gran talento podía nacer pobre y ser en realidad superior y muy inteligente, etc. Ahora, para el fascismo, la riqueza era un indicio de ser superior. No lo aseguraba, pero era una señal, y por tanto la oligarquía podía y debía tenerse en cuenta a la hora de organizar el país. Y por lo menos, al menos, valía más que la masa borreguil. Sumamos dos más dos y obtenemos el sistema económico fascista, en donde los oligarcas controlan las industrias pero le responden al líder, al gobierno (en Italia usaron el corporativismo, pero puede ser con otros sistemas y en distintas medidas, como el Sindicato Vertical en España). Si dos más dos dan cuatro, le sumamos uno más para el cinco: los fascistas, hombres superiores, encontrarán el nivel ideal de bienestar que merece la masa, y la que merece la oligarquía. Y este gobierno, aunque pueda surgir de elecciones, hará lo posible por disminuirlas y anularlas, para que los gobernantes no tengan que responderle a la masa sino al grupo de "talentosos". Obviamente las clases sociales están garantizadas y tienen su razón de ser porque, si hay gente que vale más que otra, es claro que deben ganar más y dirigir, por el simple hecho de existir. Y era un reto del estado encontrar a la siguiente generación de hombres superiores, para que hereden al estado. En el comunismo es lo opuesto. No hay hombres superiores a otros. No que sean iguales, sino de potencialidad parecida, de modo que ninguno vale demasiado más que otro. Al ser estas diferencias pocas, también las ganancias individuales no merecen ser muy distintas unas de otras. Y como son de inteligencia parecida, perfectamente son capaces de elegir a la dirigencia o ser parte de esta, con tal de que tengan las suficientes ganas para hacer el esfuerzo. Los medios de producción pertenecen a los que trabajen en ellos y está bien que así sea, pues no hay nadie divino ni súper sabio que merezca ser dueño absoluto, y los que administren esos bienes recibirán un salario acorde a su cargo, que premiará su esfuerzo sin más, y serán cambiados cuando mejor parezca. Finalmente, las clases sociales no tienen sentido, pues somos seres humanos con una diferencia genética increíblemente pequeña, de modo que no hay razas, ni seres humanos especiales, ni derecho divino. Fulanito, ingeniero que hizo su doctorado en Alemania, es igual ser humano que Marucha, que trabaja en la panadería y juega voleibol con las amigas. Eso sí: cada quien se compra con su salario lo que le venga en ganas y lo usa como mejor le parezca, mientras no explote a nadie con ello. Por eso Hitler siempre señaló a los comunistas como su mayor enemigo, y es que no se puede ser más antagónicos. Nota: No confundir comunismo con socialismo, que es una fase intermedia donde aun existen, en mayor o menor medida, problemas y errores heredados y producidos por otros sistemas, que deben ser subsanados en vías de alcanzar una sociedad comunista. Ver mi artículo sobre ¿quién es socialista? para tener una idea. Otras confusiones y preguntas frecuentes:
¡Así te quería agarrar puerco! Si en el comunismo no creen en hombres "superiores", ¿cómo explicas el culto a la personalidad en Corea del Norte? No hay nada que explicar. El culto a una persona como especial y superior a los demás, no es comunismo ni sale por parte en los libros de Marx y similares; al contrario del fascismo, donde es piedra fundamental. De hecho Mussolini (periodista) empezó siendo socialista, pero como le parecía que nadie hacía lo correcto y solo él tenía la solución para salvar al país de la guerra, de la ruina, y de todo... cambió de ideas y se hizo fascista. Corea no había sido democrática en su historia, de modo que al momento de su independencia, después de la segunda guerra mundial, culturalmente le era fácil aceptar un sistema paternalista casi hereditario. Casi, porque legalmente no lo es, aunque en la práctica lo haya sido hasta ahora. Como le funcionaba, lo usaron; dentro de poco no les servirá, y lo dejarán. Así como los fascistas usaron la democracia para ganar, a pesar de renegar de ella. Corea del Norte es un país socialista, no comunista. Si avanza, dejará de lado el paternalismo. En cuanto a los líderes en general: son personas hábiles que saben dirigir; los más hábiles pueden servir de catalizadores para conseguir avances reales en la sociedad. Como tales, la población puede recordarlos, como lo ha venido haciendo en toda generación. Pero no hacen la historia, son las ideas y voluntad de la gran masa la que al final se impone, aunque esta, como vemos a cada rato, todavía puede ser manipulada, atemorizada, engañada, para tener por cierto lo que no es, para su perjuicio.
2 Comments
TOSCO
25/4/2020 11:45:05 am
Muy buen análisis, para recordárselo a muchos "liberales", que actúan y piensan como fascistas
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jhr cronos
7/1/2021 07:43:29 pm
Así es. Mucha gente cae en el asunto y hasta es simpatizante fascista sin saberlo.
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