Casi nunca puede el Tablero hablar de Perú, porque pinta poco en geopolítica, pero a veces las circunstancias animan y animando están ahora. Perú ha tenido 3 presidentes en una semana, 4 en cuatro años... y contando. La población grita "que se vayan todos", los medios gritan golpe de estado, el congreso jura que lucha contra la corrupción... ¿Qué sucedió en realidad? ¿Qué piden los protestantes? ¿Qué pasará ahora? De la autodestrucción del gobierno: Léase bien, del gobierno, y no solo del poder ejecutivo o congreso. Hace años el Tablero de Cronos escribió este artículo. Fue para las elecciones presidenciales pasadas, y se explicaba que las opciones para los peruanos estaban entre ladrones de cuello blanco y delincuentes del montón. No había mucha más diferencia, siendo los dos partidos en disputa de la derecha política. Así las cosas, se sugería una solución que era bastante obvia, y que al final se impuso: dar a un partido el congreso, y la presidencia al otro. Frenándose un poco el uno al otro, se limitaría el daño. El bloqueo fue más allá de las expectativas. El expresidente Pedro Pablo Kuscynski (desde ahora lo llamaremos PPK) chantajeó varias veces al congreso con la amenaza de disolverlo si no le aprobaban nombramientos y planes, mientras que el congreso amenazaba con vacarlo. La población lo apoyaba (generalmente la población apoya al presidente en estos casos, empezando por Fujimori y terminando con Vizcarra) pero lentamente le iban acumulando un expediente en el congreso. Finalmente le abrieron proceso de vacancia, ¡que ganó! Pero, para ganar, cometió un error garrafal, que fue negociar con sectores del fujimorismo un indulto para el expresidente Fujimori, que está preso y bien preso, por su participación en asesinatos, entre otros. Con eso perdió todo apoyo popular, al poco tiempo le repitieron la vacancia y renunció esa mañana, antes de que lo echaran como a un perro. Hoy, por cierto, tiene un juicio pendiente en su contra, por corrupción. Asumió entonces el vicepresidente, Martín Vizcarra, un muy poco conocido político que había sido presidente de la región de Moquegua. Llegó con bríos y se ganó a la mayor parte de la población. Pronto chocó con el congreso de mayoría fujimorista, que desde antes estaba muy desprestigiado, y siguiendo la tendencia de su antecesor, varias veces amenazó con disolver el congreso... hasta que finalmente lo hizo. El Tablero de Cronos escribió en su momento un artículo que explicaba la situación y el por qué había sido anticonstitucional esa disolución. Pero el resultado fue que llamaron a elecciones y se eligió un nuevo congreso. ¿Le convenía disolver ese congreso? Si quería intentar gobernar, sí. Pero una cosa es intentar y otra hacerlo. Desde un inicio no tenía gran probabilidad de éxito, pues no tenía ni siquiera partido para presentar en esas elecciones. Su partido era el de PPK, que dependía de su figura y al este caer, y encima ser enjuiciado por corrupción, el partido se hizo humo. Tenía planes para negociar con otros partidos, más accesibles a trabajar con él que el partido fujimorista y en eso tenía razón. En las elecciones el partido fujimorista sufrió una debacle, pero los aliados de Vizcarra no subieron tanto. El congreso quedó dividido en unos cuantos partidos menores, ninguno cerca de tener una mínima mayoría. Y cada grupo empezó su batalla para avanzar y conseguir influencia y apoyo del público. Para Vizcarra y el ejecutivo, era demasiado cuesta arriba conciliar apoyo entre tantos grupos, o comprarlos. Su principal apoyo, el Partido Morado, no tenía (ni tiene) fuerza, por lo que el gobierno decidió que más le valía pelearse de nuevo con el congreso y apoyarse en la opinión pública, para por lo menos terminar su mandato con un mínimo de gobernabilidad y capital político que podría negociar y ceder al partido que apoyaría en las siguientes elecciones. ¿Por qué decidió el congreso vacar al presidente, faltando solo medio año para las elecciones? En buena lid, no había motivos reales para la persecución conque el nuevo congreso sometió a Vizcarra. El primer intento (porque hubo 3 intentos de vacarlo) fue del anterior congreso, que se defendía de la amenaza de disolución. El segundo fue una novela melodramática, donde se mencionó hasta asuntos sexuales de Vizcarra durante su gobierno en Moquegua. El tercero, fue por acusaciones de recibir pagos para beneficiar a una compañía con contratos, también durante su época de presidente regional. ¿Quería entonces el congreso luchar contra la corrupción? Que va. Como dijo el expresidente, 68 de esos congresistas tienen a su vez investigaciones abiertas en la justicia. La realidad es que se preparan para la campaña electoral. Políticamente, ayudando a Vizcarra no ganaban nada. Solo los partidos Acción Popular y el Partido Morado podrían tener esperanzas de heredar los votos de Vizcarra. Pero Acción Popular (partido con mayor número de congresistas) quería poner distancia del gobierno, que cargaría con la crisis económica (caída del PIB de 40% en el segundo trimestre, y se espera que caiga en el tercer y cuarto trimestre también) y del Coronavirus; y como de vacarlo literalmente tomaría el control del país (y de las elecciones venideras), tomó esa ruta. Dice el Tablero que controlaría el país porque es verdad: como presidía el congreso, le tocaba la presidencia de la República, y el alcalde de Lima, que tiene por mucho el mayor peso económico y un tercio de los votantes, es de ese mismo partido. Ahora, con ese control no iban a ejecutar ningún plan de gobierno, con las elecciones apenas a unos meses de distancia, pero controlarían los cheques. El resto de grupos hacía igual cálculo. Ninguno, salvo el Partido Morado, ganaba nada apoyando a Vizcarra, y sí ganaban en propaganda mostrándose duros en la lucha contra la corrupción. Para ellos era igual que asumiera Acción Popular porque de todas formas, Vizcarra (que heredó de PPK el título de "hombre de la banca") apoyaría a ese mismo Acción Popular y a los Morados para las elecciones. "¡Tablero pero acabas de decir que Acción Popular planeaba la caída de Vizcarra!". Sí. ¿Y qué? La oligarquía puede pelearse entre ella misma, pero al final sabe bien donde le aprieta el zapato. Y si Vizcarra no quisiera, lo presionan hasta que quiera. ¿Que por qué el Partido Morado pensaba diferente? Pues porque es minoritario. Con la caída de Vizcarra no hereda posiciones de poder, ni puede esperar negociaciones ventajosas con un Acción Popular que tenga tanto poder por sí mismo. "¡Ya te agarré! ¡Niega, canalla, que los medios masivos se pusieron en contra de la vacancia, y que hoy el Partido Morado tiene la presidencia de la república!". Un hecho vale más que un millón de palabras, y a los hechos se atiene este autor. ¿Qué fantasma asusta a la derecha conservadora peruana? ¿Qué les hace temblar las piernas? ¡Pues su enemigo natural, la izquierda! ¿Qué pasó en Bolivia hace poco? La victoria del Movimiento al Socialismo, el partido de Evo Morales. En Chile, el bastión de la derecha económica en américa del sur, el gobierno fue literalmente obligado por su población a echar su constitución a la basura y hacerla nueva, desde la primera letra. Cae Trump, Bolsonaro tiene 167 mil muertos por la pandemia que siempre negó, Maduro sigue en Venezuela... y en Perú los gritos de cambiar la constitución suenan cada vez más fuertes, promocionados por el par de partidos de tendencia izquierdista que existen. Uno de ellos incluso, tiene varios congresistas y quedó tercero en las últimas elecciones presidenciales.
Al momento de su caída, Martín Vizcarra tenía buen respaldo entre la población. Representaba la estabilidad a nivel del pueblo. Garantizaba unas elecciones tranquilas. Y ayudas económicas enormes para los grandes grupos empresariales, ayudas que los partidos pequeños ahora en control del país, no querrán dar (por la campaña) ni pueden dar. Y el que siquiera lo intente, perderá las elecciones. Por tanto los medios masivos se alarmaron y gritaron golpe de estado (pero cuando realmente hubo, en la disolución del congreso anterior, se quedaron callados). Mandaron a sus comentaristas televisivos a que promovieran la idea. ¿Hubo golpe? No. La constitución es clara al respecto y no puede creer este autor que los medios no hayan leído la constitución, de modo que si gritan, no es por ignorancia. Intentarían, en una movida loca, el regreso de Vizcarra. Vendieron la idea de que el grito de los manifestantes era pidiendo el retorno de Vizcarra, cuando en realidad mayoritariamente era "que se vayan todos". Resultado final: La pataleta de los medios de poder duraría un día. Pronto se dieron cuenta que era imposible el retorno de Vizcarra y procedieron a buscar una opción estable. Acción Popular, que dirigía el congreso, heredaba la presidencia con un congresista, Manuel Merino, que había llegado al cargo con 5000 votos, del Departamento de Tumbes, en el extremo norte del país. Era una ficha sacrificable. Las protestas crecían, hubo dos muertos, docenas de heridos y hasta secuestros; la policía se desesperaba y volvían sus peores mañas. Tuvieron que buscar una salida de consenso. Renunciaría Manuel Merino, cargaría con todo el descrédito de los muertos (no será molestado judicialmente por ello, de todas formas), y buscarían alguien lo más limpio posible, uno que ni siquiera hubiera votado la vacancia de Vizcarra, para que asuma presidencia y no haga absolutamente nada más que llevar el país a nuevas elecciones. Todo lo demás igual. Opina el Tablero de Cronos que, para lo que les interesaba, actuaron inteligentemente. Una acción más llama la atención y es totalmente un símbolo. La primera opción de "lo más limpio posible" fue... una congresista de izquierda. Rocío Silva Santisteban, del Frente Amplio (que es lo más de izquierda que hay en el congreso peruano y no es mucho tampoco), una poeta, periodista y activista social que supuestamente contaba con el consenso de los grupos del congreso. La votación parecía trámite, pero llegó en algún momento la contraorden y fue rechazada. La derecha económica y política no estaba tan desesperada como para aceptar una izquierdista mujer. Su rechazo sorprendió a los periodistas que cubrían el evento. Y llegamos al Partido Morado, mordiéndose la cola la política peruana. Francisco Sagasti es el nuevo presidente de Perú, por ahora. Hombre muy estudiado, discípulo de universidades estadounidenses, bien conectado con la banca internacional y muy eficiente en sus asunto. Tiene ciudadanía peruana y costarricense. Trabajó con el gobierno militar en los 70, también en el primer y segundo gobierno del fenecido Alan García, un poco con Humala, y hasta con Susana Villarán en Lima. Como se ve, no hace asco a cualquier partido político que lo deje trabajar como desea. Resultó electo congresista y por rebote, presidente. Para los grupos de poder, es garantía de que no habrá ningún experimento o cambio en la política económica del país, al menos hasta que se elija otro presidente. Tampoco cambiará la política exterior y seguirá bien alineado con Washington. Tampoco se espera problemas monetarios (aunque la moneda lentamente ha perdido valor en estos meses, por la pandemia), y habrá acceso a créditos internacionales en caso de ser necesario. En resumen, es otro Pedro Pablo Kuczynski. ¡A pronosticar! ¿Quien se atreve a pronosticar en Perú? Pues mucha gente, incluyendo este autor. Primero, que tanto el gobierno como los medios masivos harán todo lo posible por silenciar y dormir las protestas. Sobre todo las demandas de nueva constitución. Los grupos que sigan presionando, tomando el ejemplo de Chile, serán señalados de "izquierdistas terrucos", que buscan convertir a Perú en "una nueva Venezuela". Luego, se relacionará cualquier respuesta violenta a los dos partidos de supuesta izquierda, el Frente Amplio y Juntos por el Perú (este último contiene a uno de los partidos comunistas más grandes del país, Patria Roja). Normalmente todos los partidos se desligarían de las protestas, pero con el ejemplo exitoso de Chile... tal vez alguno se anime a tomar para sí el movimiento. Las protestas, que ya han casi desaparecido en comparación a hace unos días, probablemente resurjan en momentos aislados, en estos tiempos de campaña. Probablemente se enfoquen en pedir la nueva constitución, aunque podrían surgir algunos elementos aislados. ¿Y cómo es posible que hayan desaparecido si aun "no se han ido todos" y mucho menos volvió Vizcarra? Pues es lo más natural del mundo. "Que se vayan todos" es un pésimo lema, irreal a todas luces, y la receta perfecta para no conseguir gran cosa. Al final alguien tiene que tomar el gobierno, y los protestantes necesitan volver a sus trabajos. De hecho, el mayor reto de los partidos que se definan de izquierda, es agregar objetivos más específicos y tangibles a estas grandes modificaciones. Deben enseñar, sin titubeos, qué cambios son esos que deben hacerse a la constitución. Sin embargo, esos grupos hasta ahora tienen mucho miedo de señalar la cosa exactamente, para no tirarse encima toda la maquinaria de los grupos de poder a los que afectaría. Por lo demás, parece que la atomización de los grupos políticos continuará. Acción Popular, hoy en día el partido mejor posicionado del país, tendrá el carril de adentro para la campaña, y no le faltarán recursos, con el apoyo tácito del gobierno y los medios. El Partido Morado tendrá una campaña fácil, pero no se espera que salga de la sombra. A los fujimoristas les espera otra debacle electoral. El nuevo partido religioso, el Frepap, seguiría subiendo en votos, aunque probablemente no le alcance el empuje para una segunda vuelta. Los nacionalistas verán sus votos estancados. Los dos partidos de izquierda intentarán negociar una candidatura única, y el resultado es dudoso. Ningún partido estaría cerca de ganar en una primera vuelta. La moneda mantendrá su valor un poco devaluado y no hay que esperar verdadera recuperación económica al menos hasta las siguientes elecciones. Habrá un aumento de casos de coronavirus y este autor desea que no sea muy pronunciado. La población simplemente ya no quiere seguir acatando medidas de distanciamiento, y mucho menos las que afectan el comercio minoritario; les empuja las estrecheces económicas. Vizcarra verá empezado sus problemas judiciales, uniéndose a todos los expresidentes vivos de Perú. Ya tiene impedimento de salida, aunque probablemente aun pase un año antes de que esté en verdaderos aprietos.
2 Comments
TOSCO
7/12/2020 09:33:47 am
Buenos días:
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Jhr cronos
8/12/2020 03:50:17 am
Gracias por su comentario.
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