Normalmente no tratamos temas en pleno desarrollo, sino hasta unos días después. Pero la jugada actual sobre Venezuela ha durado bastante y pinta que seguirá en la palestra un tiempo más, de modo que es hora de tocarla. Para no repetirse demasiado, saltamos un contexto que debería ser muy conocido y caeremos directamente a donde empezó el problema de los últimos días. Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, se candidateó para las elecciones y las ganó oficialmente. Algunos sectores de la oposición no participaron, y desconocieron tales elecciones. Igual Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea. Cuando llegó la fecha de la toma de presidencia por parte de Maduro, uno de los miembros de la suspendida Asamblea Nacional, presidente en ese momento de la Asamblea, decidió autonombrarse presidente. Debido a que estaba suspendida, la Asamblea no realizó el procedimiento pertinente al nombramiento, incluso si no hubiera estado suspendida de antemano. De todos modos, lo más probable es que si hubieran podido, la Asamblea hubiera desconocido al presidente de todas maneras, pues está controlada con mayoría absoluta por la oposición. El Plan estadounidense para un golpe de estado sin guerra: Según los medios masivos habituales, Juan Guaidó se autoproclamó presidente, y Trump rápidamente le brindó su apoyo, seguido de varios presidentes latinoamericanos que hicieron el papel de títeres. La cosa no fue así. Increíblemente y a pesar de estar preparando el golpe con meses de antelación (el envío de bombarderos rusos -y un avión de carga supuestamente vacío- en diciembre fue parte de la demostración de fuerza que se usó para tratar de desalentar al Imperio), cuando por primera vez Guaidó se declaró presidente... nadie le hizo caso alguno. Eso fue el 11 de enero... "-¿11 de enero? Tablero, estás loco, fue el 23..." No, fue el 11. El 23 fue cuando Estados Unidos estuvo listo y ordenó a Guaidó declararse presidente otra vez. ¿Qué sucedió? ¿Por qué esa pifia que los hizo emplear masivamente los medios de comunicación a su servicio, para enmendar el error en un gran esfuerzo de propaganda? Difícil de asegurar. Algo debió descuadrárseles y si el Tablero de Cronos tuviera que decir algo, argumentaría que se debió a la pérdida de una de las fichas más importantes del "Grupo de Lima": México. Un nuevo presidente asumió en México justo en diciembre, y Andrés Manuel López Obrador se ha negado firmemente a desconocer al gobierno de Venezuela, argumentando, con toda la razón del mundo, que el respeto al derecho ajeno es la paz, y que esos trucos de reconocer presidentes desde el extranjero ya los conoce. Entonces, se debería a los intentos por convencer al nuevo gobierno mexicano de continuar con la política exterior de sus anteriores gobiernos de derecha, y a las dudas generadas al no conseguirlo. Pero finalmente decidieron continuar con el plan, y eligieron una nueva fecha, el día 23; contrariamente a lo que hicieron pensar los medios masivos, ese día no asumía el presidente Maduro, eso ya había pasado semanas antes. En cuanto Trump dio la señal, los gobiernos que le obedecen hicieron lo mismo: desconocer al gobierno legal y reconocer a Guaidó, sin ninguna deliberación, investigación, aviso o planteamiento. Simplemente lo hicieron, a pesar de no enviar comunicado oficial alguno a las embajadas de Venezuela, ni recibir petición alguna del gobierno venezolano ni de la propia Asamblea Nacional venezolana, sino puros mensajes por tuiter. La guerra mediática: "Nota: la imagen es del inicio del actual conflicto. Hoy está desactualizada, pues varios países europeos, como España, Inglaterra, Francia y Alemania han reconocido a Guaidó, mientras que países como Italia y Grecia se han decantado por reconocer al gobierno del PSUV." Después de la primera andanada a favor de Guaidó, los aliados de Venezuela se pronunciaron afirmando que reconocen al gobierno legítimo venezolano.En el fondo no había necesidad de tal cosa. El reconocimiento de los países no se da vía tuiter. Es un proceso burocrático donde las embajadas notifican y los países dan el visto y recibido; y ese reconocimiento ya se había hecho en el mundo. Quienes debían declararse, y enviar un comunicado para que Venezuela dé el visto y recibido, son los que quieren reconocer a Guaidó. Y ni siquiera pueden comunicar tal cosa, solo pueden declarar que desconocen al gobierno de Venezuela. Tales países no enviaron nada oficial, y se dedicaron a publicar vía tuiter. Los medios masivos habituales propagaron la mentira de que "todo el mundo" apoyaba a Guaidó. Luego, como no era todo el mundo, que "solo los países con dictaduras apoyaban a Maduro". Que también era una obvia mentira, y Venezuela le ganó las votaciones en el Consejo de Seguridad de la ONU, cuando Estados Unidos pidió debatir el asunto. ¡Hasta se dio el lujo de hacer aprobar una moción donde se le pedía a Estados Unidos no inmiscuirse en los asuntos de Venezuela! Estos resultados fueron silenciados. La propaganda siguió, y como países de la Unión Europea daban ultimatums y amenazaban con reconocer a Guaidó, como algunos finalmente hicieron, algún reportero que se quiso pasar de listo preguntó al Secretario general de la ONU si apoyaba a Guaidó. Y el Secretario decidió no contestar vía tuiter sino oficialmente, declarando que no es su labor reconocer presidencias, que eso es asunto de los estados, y actualmente la mayoría de países tanto en el Consejo de Seguridad como en la Asamblea General reconocían al gobierno encabezado por Nicolás Maduro. Y a ese gobierno le dirigía las cartas y oficios. Lo demás es propaganda. También están las consabidas marchas y contramarchas, tanto de la oposición como del oficialismo. La prensa habitual silencia las del gobierno (tan masivas como las de oposición), y los pocos medios a favor del gobierno rebajan las de la oposición. Es lo normal. Luego están los bulos, que no son casuales sino planificados, que saltan diciendo que llegaron los rusos con 400 mercenarios. Que el gobierno venezolano recluta niños soldados. Que el oro de Venezuela está siendo secretamente llevado a Moscú. Esos son rumores sin veracidad alguna. Porque es verdad que hay agentes rusos, como los hay de EU, Inglaterra, China, Colombia, y de todo lado que tenga algo que perder en este asunto; lo que no hay son 400 mercenarios, ni niños soldados ni transportes secretos de oro. Lo del oro, una burda patraña que nació de un robo. Inglaterra se negó a devolver el oro de Venezuela, dicen que en valor de 1.5 mil millones de dólares, con la excusa de que no reconocen a Maduro. La verdad es que necesitan oro de reserva, lo más que puedan, en preparación para el famoso "Brexit" que está a la vuelta de la esquina. Igual tienen el oro de México entre otros, y tampoco lo quieren devolver, aunque eso no lo enfocan los medios masivos. El oro hoy en día está siendo acumulado por muchos países, inteligentemente, en preparación a la futura debilidad del dólar. Guerra: Es muy difícil que haya guerra convencional. Eso lo saben los enterados de ambos bandos, pero a la vez, hacen el asunto parte de la guerra mediática. Bolton con sus 5000 tropas a Colombia, escritas en una libreta vacía con solo dos frases, hace propaganda. Maduro arengando reservistas, hace propaganda. Mandaron dos navíos anfibios y movieron unos cuantos helicópteros en Colombia, y los despistados declaran que EU llega al país. Olvidan esos pobres muchachos que el imperio tiene acceso a 7 bases grandes en Colombia, y que mueven militares dentro y fuera del país como cosa de risa. Bueno, visitó la máxima autoridad del Comando Sur estadounidense, Su Cuarta flota (del que hemos hablado hace mucho), visitó la frontera y se hizo filmar por las cámaras. Por supuesto, el que pasara por la frontera es síntoma de que no espera que pase nada en la frontera, pero eso no lo dirán los medios masivos. "-Autor, pero Estados Unidos gusta de invadir. ¿por qué no ahora?" Pues porque sale costoso. Sale costoso política, económica y militarmente. Política, porque si bien la población de la región está con la versión de los medios masivos, saben que no lo estarán en cuanto vean una ciudad bombardeada y niños muertos en América del Sur. Eso debilitaría a sus aliados regionales, que tendrían que llamar a la paz inmediatamente. Igual Venezuela no es Afganistán, y la población general estadounidense, con un tercio de habla española, muy pronto se pondría en contra de un bombardeo en lo que llaman su "patio trasero". Económico, porque de sacar millón y medio de barriles diarios de petróleo del mercado, haría que en 3 meses el precio se disparara a los 100 dólares. Y por más rápido que quieran ganar la guerra, la destrucción de la infraestructura petrolera tomaría más de un año. Pero no pueden contar con eso, en una zona similar a donde las FARC estuvieron 50 años, saboteando infraestructuras. Un barril a 100 sería muy bienvenido por Rusia e Irán. Aparte, causaría muy graves disturbios económicos a su principal aliado regional, Colombia, que depende mucho del contrabando desde Venezuela, sin contar con que recibiría una avalancha de refugiados. Para rematar, aunque es improbable, el canal de Panamá no está fuera del alcance de la aviación venezolana; no necesitan bombardear de verdad el canal, sino solo amagar a hacerlo, para dejar completamente en caos el transporte mundial, y sobretodo, el transporte de buques desde la costa este del Imperio a su costa oeste, y viceversa. Los costos militares serían muy elevados, y por querer abaratarlos, podría tener costos desastrosos. Todos los aviones de 4ta generación, incluyendo los modernizados f-16 y f-18, son blancos fáciles contra las defensas aéreas venezolanas, equipadas con el sistema ruso S-300. Para anularlas, tendrían que hacer un bombardeo por saturación, lo que incrementa el coste económico y político. Y tal cantidad de misiles no podría salir desde Colombia, tendrían que hacerlo desde su territorio, relativamente lejano, aumentando costes y arriesgándose a no conseguir nada, pues la zona está bien controlada por la inteligencia de todos los países de la zona, incluyendo la de Cuba, aliado de Venezuela, y que hasta ahora ha probado tener el mejor sistema de inteligencia latinoamericano. Más preciso sería el uso de aviones, pero los únicos que tendrían, en teoría, la capacidad para burlar los sistemas s-300 son los F-22: "invisibles", el mejor avión de combate del imperio y probablemente del mundo. Pero nada construido por el hombre es infalible. De caer un solo F-22 en Venezuela, por el motivo que fuese, sería poner esa tecnología en manos de los rusos, chinos y hasta iraníes. Un escenario de pesadilla para EU. En cuanto a una invasión por tierra en toda regla, podemos olvidarnos de ella. No va a ocurrir. EU ya no manda soldados donde pueden devolverle los tiros. Asegurarle el camino a sus soldados y preparar una campaña en toda regla le llevaría meses. No resiste el capital político necesario para llevarla a cabo. Pronóstico: Profetizar correctamente en geopolítica es difícil, y al corto plazo hasta inútil. Pero algo hay que decir, porque El Tablero de Cronos está para eso. Así que diremos que no va a pasar gran cosa. "-Has perdido el juicio. ¿No ves al mundo entero pronunciarse peligrosamente sobre la situación?" Visto está. No se malinterprete: claro que sucederán cosas, pero lo principal, la caída del gobierno y el cambio de tendencia socioeconómica, no sucederá. Juan Guaidó no tiene poder real alguno dentro de Venezuela, solo el apoyo diplomático desde el extranjero, y unos pocos dólares para financiar protestas. Ningún país latinoamericano del grupo de Lima se atreverá a invadir militarmente sin la participación imperial. La ONU seguirá reconociendo a Venezuela y China comprándole la mayor cantidad de petróleo. El comercio con los países del grupo de Lima era muy bajo desde antes de la crisis, salvo con Brasil y aun así era poco. Ya desde meses atrás había sido sacado del sistema financiero occidental y su acceso a dólares prácticamente eliminado. Si ha logrado soportar esas sanciones, no va a caer por las nuevas. Presionarán por un diálogo entre las partes, que probablemente sea manipulado para defenestrar al gobierno como intransigente. Finalmente pactarían la fecha de las elecciones para el congreso, que deberían realizarse a mitad de año (a lo que la actual Asamblea Nacional teme más que un vampiro al sol), y tal vez un referendo revocatorio para la presidencia, aunque eso es más dudoso. En cualquier escenario electoral. Juan Guaidó difícilmente sea candidato presidencial de ningún partido, pues es un desconocido sin carisma. Los otros opositores, momentáneamente olvidados, vendrán por sus fueros a sacar a Guaidó. Se pelearán entre ellos y el PSUV de nuevo tendrá grandes oportunidades de ganar de forma justa. ¿Quién podría desencaminar este pronóstico? Estados Unidos, invadiendo. Por más improbable que sea, no es imposible.
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Octubre 2020
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