Un día después del artículo que publicamos sobre cómo la derecha va a por todos, ocurrió el golpe de estado en Bolivia contra Evo Morales, terminando una racha de más de 13 años sin golpes de estado en ese país (gracias, por cierto, a ese gobierno). Muy lamentable para américa latina, para Bolivia, y para la sociedad en general. Sin embargo, es necesario sacar las lecciones del asunto y mostrarlas lo más que se pueda, para saber reconocer la cosa y en un futuro no tome a nadie desprevenido. A eso dedicaremos este artículo y ojalá los lectores lo vean provechoso. ¿Del nuevo accionar de la derecha... o del antiguo? Porque el Tablero de Cronos había escrito sobre una nueva forma de ataque de la derecha, una nueva forma de golpe en donde no se apelaba tanto a los militares, para guardar las formas ante el mundo. ¿Y qué sucedió en este caso? Es bueno abordarlo. Había resumido este autor la cosa en 5 puntos, en el artículo ya mencionado. Los dos primeros eran sobre propaganda común, cosas de palabras, medios masivos y similares. En el tercero ya se apela a la cuestión económica, pero en el caso de Bolivia sucedió muchos años atrás, por lo que el daño por esos conceptos ya estaban asimilados, y su propia oligarquía había decidido pasar de ello, pues ya no tenían más reservas para sostenerse y las ayudas extranjeras eran insuficientes para lo que necesitaban. Los siguientes dos puntos son los que nos atañen de forma inmediata. 4. "Hay que destruir al gobierno aunque tengamos que usar parte del pueblo. La violencia, heridos y muertos serán culpa del gobierno que no cae." 5. "No cae, tenemos que pedir ayuda al extranjero para continuar la lucha." De principio parece muy claro, que la oligarquía usó una parte del pueblo para tumbar al gobierno, pero esta vez no vamos a simplificar tanto, que tenemos la cosa en cuestión presente y será bueno analizarlo con más detalle. Vemos que la gran mayoría de protestantes se justifica con la idea de que el gobierno de Evo Morales cometió fraude en las elecciones, o que no respetó un referendo pasado. Esa es la versión que venden al público internacional también, y lo que la derecha no se cansa de repetir. Si miramos entre los medios de masas los días anteriores al golpe, se puede comprobar que la idea de un fraude fue sugerida como buena y válida por estos medios, a pesar de no tener pruebas confirmadas en contra y de que el gobierno invitaba a un reconteo. Acá ponemos algunos ejemplos de medios masivos habituales: CNN, Infobae, Efe, DW. En cuanto al reconteo, lo tomó la OEA y algunos países como España. La oposición por supuesto no lo aceptó, porque no estaba en sus planes ni recontar, ni verse en una segunda vuelta que difícilmente podría ganar. Eso de no aceptar es común, una táctica política de pataleo. (Nota del Tablero: Llamar a la OEA a hacer algo siempre es mala idea. No es un organismo independiente y responde a EU.) Alguno dirá que hubo montones de denuncias de fraude. Es correcto, hubo montones de denuncias de fraude. Pero eso no lo hace verídico, y al final, legalmente, no tiene valor una denuncia en sí, sino lo que al final se juzgue de ella oficialmente. Es "la administración de la legalidad vigente". Y sobre el hecho de que los demás poderes del estado son controlados por el gobierno, eso sucede en todos los países donde el partido de gobierno gana las elecciones mayoritariamente, no tiene nada de raro o malo. Y por supuesto, no tiene nada que ver con dar o no un golpe de estado. ¡Hubo uno!, entonces toca explicar el proceso. Lo que tenemos que ver es cómo, una supuesta minoría, consiguió derrocar al gobierno. Si fuera la mayoría clara del pueblo no sería ningún misterio. Ya que consiguieron derribar el gobierno con relativa facilidad podría ser señal de que el pueblo "ha hablado". Pero no fue eso lo que ocurrió.
Ese control debe haberse tomado desde hace mucho, años tal vez, y conseguirse de a poco. Es difícil, y muestra gran perseverancia de los complotados, y la poca visión del gobierno civil en cuanto a cómo se controla al ejército (que tampoco se hace de la misma forma en todo lado). Cómo Chávez era militar, el gobierno venezolano nunca ha tenido ese problema, por ejemplo. La gente se equivoca al decir que los militares no han podido dar un golpe si no han tomado directamente el poder. Son ideas simplonas que no toman en cuenta que los seres humanos son igual de inteligentes en todo lado. Pero pasando de nuevo a nuestro caso boliviano, lo cierto es que los militares no fueron los cabecillas iniciales, y solo actuarían, y actuaron, cuando ciertas condiciones se cumplieron. La parte de la propaganda y mercadeo estaba hecha. Pasaron a la parte de utilizar parte del pueblo, lanzarlos a la calle a ver hasta dónde podían llegar. Eso ya es más complejo: empezaron en su bastión de Santa Cruz, donde podían siempre mostrar éxito. Para el resto del país necesitaban catalizadores, caudillos, símbolos etc. En ese sentido, eligieron a un tal Camacho (loco extremista), usando un guion que ya habían usado en Venezuela. Su similar en Venezuela fue Leopoldo López, que debía dirigir la "masa revoltosa" en esos momentos de protestas masivas. Su trabajo era ser un exaltado y exaltar a los protestantes. ¿Por qué usar delfines, títeres etc? Pues porque para una futura gobernanza, y para el mercado internacional, no conviene utilizar las frases cohete, racistas y violentas que necesitaban para exaltar a sus seguidores. Por eso esta gente tiene que ser descartable. Porque en Bolivia, de mayoría indígena, no puedes ir a denigrar la cultura indígena y esperar durar mucho tiempo en el poder. Solo sirve para el primer asalto. También usaron la religión. Retórica cristiana, más a evangélicos que a católicos. Esto debido a que los católicos siguen una jerarquía y el Papa actual no apoya golpes de estado. Entonces usan a los evangélicos, que consiguen su dinero justamente del mercadeo, propaganda llamativa, y "donaciones" particulares... Igual que en el caso anterior, en Bolivia este tipo de grupo de choque no es sostenible, porque la mayoría, aunque cristiana, tiene también creencias originarias, con un sincretismo vistoso. La Pachamama recibe tanto respeto como la virgen, en las zonas de mayoría indígena. Este caso no se puede reproducir en Venezuela porque la mayoría es católica, y el papa de ahora no se presta a esas cosas. En cambio sí se pudo ver en Brasil y Nicaragua, donde las iglesias evangélicas tienen gran arraigo. Siguiendo la historia, una vez conseguida una buena masa protestante, decidieron desplazar el eje de las protestas a los centros del poder político, la capital y demás principales ciudades, y ahí fue cuando el gobierno boliviano debió darse cuenta que algo andaba mal, pues la policía no estaba imponiendo el orden, como es su deber. Incluso hubo declaraciones a la prensa, de policías rebeldes, en varias ciudades. Esta era una clara señal de que las protestas tenían la vía abierta al corazón del gobierno. Por supuesto el estado intentó maniobrar, hacer nuevos nombramientos y demás, pero era demasiado tarde en este punto. Perdida la policía, siempre puede acudir a los militares. Eso debió suceder inmediatamente hubo grupos de policías amotinados. Pero el ejército, como ya se sabe, decidió hacer todo lo contrario a su deber: declaró que abandonaba al gobierno y dejaría hacer lo que sea, con la excusa de no atacar al pueblo. ¡Probablemente el pedido del gobierno a una acción directa, era la señal que esperaban para unirse al golpe! Este punto no debió dejar duda alguna al gobierno, ni debió dejarse pasar por los grupos a favor del gobierno. Ni siquiera la comunidad internacional se engañó, seguramente. Porque la labor del ejército no es solo repeler una invasión extranjera, sino asegurarse que el estado y sus legítimos representantes cuenten con un mínimo de seguridad. Inmediatamente los líderes de la derecha captaron el mensaje y se lanzaron a la toma del estado. Ocurrió entonces el secuestro de familiares de ministros, el secuestro de familiares de congresistas, la toma de los medios de comunicación afines al gobierno, violencia y tortura física contra autoridades regionales, hasta llegar a quemar la casa de la hermana del presidente (posteriormente destruyeron la propia casa del presidente). A todo esto, las fuerzas de seguridad y el ejército mentían al gobierno sobre lo que hacían y no hacían, lo que es muy común en los golpes, pero a esta altura del juego ya nadie se engañaba. Debido a toda esta situación, el presidente Evo Morales decidió hacer caso a la OEA, que no había terminado de contar las actas pero sugirió nuevas elecciones como solución a la protesta. Morales aceptó, e hizo el anuncio público. Este anuncio debía poner fin a las protestas, y debido a esa posibilidad, de que la gente se diera por satisfecha, los militares actuaron y pidieron la renuncia del mandatario, apenas par de horas después. La renuncia de los presidentes de los poderes del estado: Ni siquiera debería estar en discusión, para quien tenga dos dedos de frente, que la renuncia de alguien con sus familiares mantenidos de rehén, es totalmente inválida e ilegal. La derecha lo tomó como quiera y así lo mandaron a los medios masivos, que repitieron y dieron por válidas las renuncias. No se esperó tampoco que el congreso boliviano sesionara y las aceptara, como manda la ley; porque dos tercios del congreso pertenecen al partido MAS, de Evo Morales, votados por la ciudadanía. De hecho, se les ha impedido a los congresistas reunirse o entrar al edificio del congreso, salvo a los miembros opositores, que sin quórum ni legalidad alguna apoyaron el nombramiento de una de ellos como presidenta. ¿Cómo es posible que logre hacerse obedecer en absoluto? Pues porque están los fusiles detrás. Los militares dieron su consentimiento, y son los asesores y ejecutores del gobierno golpista. ¡Ni siquiera necesitan ir a tocarle las puertas a los funcionarios, con sus bayonetas!, porque para eso tienen a sus hordas y grupos de choque, que no serán detenidos por la policía. En cambio los militares, y a pesar de su bonita declaración de no ir nunca contra el pueblo, ya han matado más de 30 personas reprimiendo las protestas contra el golpe de estado. Bloquean ciudades, desbloquean ciudades, toman empresas y defienden empresas dependiendo de lo que les convenga. La presidenta firmó un decreto exonerando a los militares de cualquier culpa. Y por supuesto, las actuales cabezas visibles siguen embarrándose culturalmente con comentarios y hechos racistas, de la extrema derecha más atrasada, y han procedido al saqueo de las reservas monetarias del país, ya sea para robárselos, comprar apoyos, o comprar armas y soldados. Lo normal en un golpe de estado. Los pedidos de ayuda al extranjero y lo que vendrá: En latinoamérica no se realiza un golpe de estado sin contar con el apoyo al menos tácito del imperio. Se hacen las visitas de rigor a la embajada y se le informa de los pasos que se darán. En los casos más emblemáticos, los golpistas reciben dinero y hasta equipos y entrenamiento. En el caso boliviano el apoyo fue solo verbal y monetario, y el libreto una copia del manual que el Comando Sur diseñó para Venezuela. En otras palabras, un apoyo medio. También se buscó y forzó el apoyo de la OEA, que obedece a EU. El que el gobierno aceptara a la OEA merece ser estudiado, aunque aún es pronto para decidir nada. Podría tratarse de un exceso de confianza en cuanto a la validez de las elecciones; un síntoma de debilidad extrema, que para aplacar las protestas deciden buscar que un organismo de derechas enemigo avale su accionar; o un síntoma de ingenuidad extrema, aunque este punto no es probable en el mundo moderno. El gobierno brasileño también tendría conocimiento del golpe, y debe haberlo apoyado de palabra y con dinero, gracias a su comunión con los grupos evangélicos de extrema derecha. Brasil también fue el segundo, después de Estados Unidos, en reconocer al gobierno golpista. Luego vinieron algunos gobiernos europeos, incluso Rusia. Pero son apoyos solo de nombre y ninguno se engaña en cuanto a que fue un golpe de estado, y no le tomarán el teléfono a la presidenta de los militares. ¿Rusia? La respuesta es sencilla: las inversiones rusas en Bolivia son abundantes y estratégicas, casi todas a nivel estatal. Es una apuesta alta y el gobierno de Putin se lanzó rápidamente a un control de daños, para salvar lo que fuera salvable, y por ahora el gobierno golpista, muy necesitado de reconocimiento, no tocará a los rusos. Los del gobierno golpista son una pandilla de inútiles, y eso lo sabe hasta la oposición, por lo que no logran hacer arrancar el gobierno ni manejar sus finanzas. Tienen bloqueadas varias ciudades y aunque los militares la obedecen, la población general no. La expulsión de periodistas tampoco ha sentado bien, y algunos gobiernos e importantes socios comerciales no reconocen a los golpistas, como Argentina, México, Venezuela y Uruguay. El congreso de mayoría del MAS ha empezado a hacerse sentir, y empieza la lucha de poderes que el gobierno golpista no puede ganar a menos que lance a los militares, otra vez, contra el congreso, esta vez sin poder echarle la culpa a Evo Morales. Por tanto, decidió seguir con el libreto original del golpe de estado: Nuevas elecciones... controladas por el gobierno golpista. Nuevas elecciones es el pedido de la generalidad de la diplomacia internacional también. Pero esto es muy peligroso para Bolivia. Tenemos el precedente de Honduras, donde después del golpe de estado contra Manuel Zelaya no ha habido una elección digna de ese nombre, los asesinatos de dirigentes populares y periodistas es moneda común y la economía responde a una oligarquía familiar atrasada, con nexos fundamentales al narcotráfico. A través de la excusa del narcotráfico, volverían a entrar las fuerzas de seguridad estadounidenses en Bolivia, imponiendo su control sobre el flujo de capital, armas, sobornos y demás. El control del proceso electoral será fundamental, y los golpistas empiezan con ventaja. El ejército podrá bloquear y torpedear el voto en las zonas que no estén a su favor, el ejecutivo distribuirá las mesas a su conveniencia, controlará los equipos electrónicos, los medios de comunicación, pondrá jueces electorales por decreto, perseguirá y encarcelará con cualquier excusa a líderes sociales y seguidores de Evo Morales, y usará los recursos estatales sin supervisión y remordimiento alguno, pues no compiten directamente, y de ganar sus aliados y jefes, están seguros de no ser perseguidos. Ya matan gente: ¿qué les ataja para seguir con sus proyectos? ¿la legalidad? Es esto lo que deberá intentar evitar el congreso, con mayoría del MAS. Pero no tienen líderes, pues las caras más populares y visibles están en el exilio, y han decidido prescindir de ellos. Necesitan elegir un nuevo candidato, y tiempo para promocionarlo y asegurar mucho control estatal, con ayuda de los gobernadores que también son mayoritariamente de su partido. Alcaldes y demás serán perseguidos, y el congreso necesita asegurar el control al menos policial a nivel regional, si espera tener la menor oportunidad de llevar una campaña normal. La única arma que tienen es el apoyo de la mayoría de la población, que continuará protestando y torpedeando al gobierno golpista por unos meses. Y al gobierno golpista le conviene hacer elecciones lo antes posible. No participarán los "descartables" que ahora salen en la tele, sino los verdaderos líderes del golpe, Carlos Mesa y algún otro. En una primera vuelta participarán los evangélicos y demás, pero se alinearían en una segunda por el candidato derechista, sea quien sea. Los militares se asegurarán una cuota de poder e influencia en el nuevo gobierno. El Tablero de Cronos, obligado a dar un pronóstico, dice que la derecha golpista hará un gran robo electoral, que la comunidad electoral protestará pero terminará acatando. Y la lucha se recrudecerá. Ojalá el autor se equivoque.
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Hay bastantes videos y noticias donde se señala el giro que hace la región a la izquierda. Este Tablero ya había tocado el tema hace poco, y eso que faltaba Chile y aún no pasaban las elecciones en Argentina, Bolivia y Uruguay. La cosa fue según lo pronosticado, salvo que Uruguay va a segunda vuelta. Sin embargo, tratemos de ver lo que planea el otro bando... La derecha mira, tiene miedo y retrocede: Las protestas en Ecuador y Chile han sido de las más masivas en su historia. En Ecuador el gobierno llegó al punto de intentar cambiar la capital, por escapar de la ciudadanía, sin conseguir nada. La oligarquía tradicional latinoamericana era muy inculta, racista, clasista y poco educada, muy dada a emplear la macana o entrarle a balazos a los que ponían en riesgo sus privilegios. Todavía ocurre mucho en Colombia, Paraguay o México. La oligarquía moderna es bastante más sofisticada, sabe del uso masivo de las redes sociales y no quiere pasar por paria en el mundo. Hace uso de armas modernas, en general. Pero a veces esas armas fallan y se ven acorralados, como en estos días. Entonces retroceden. Tienen que cambiar... para que todo siga igual. Y van metódicamente, muy atentos a las encuestas, haciendo cálculos sobre los grupos que integran la protesta etc. Inicialmente mandan las fuerzas de seguridad en masa, intentando limitar el contagio con un golpe relámpago, buscando aguantar la ola y acusando a los protestantes de todo, desde ladrones de poca monta a terroristas. Luego sueltan sus migajas. Primero, la principal, anular lo que detonó las protestas; unido por supuesto al mayor aparataje de relaciones públicas y uso de medios masivos posible, intentando convencer a la ciudadanía, y al público extranjero, que ya "ganaron", y por tanto todo se acaba, se acaban las protestas y deben volver a sus pantallas. Luego revisan, a ver el efecto, cuantos protestantes regresan a sus casas. Si no funciona, pues sueltan otra píldora, bien medido, para darles el máximo mínimo posible. Un aumento de salario tal vez, o sino algún subsidio. En Chile tuvieron la cara dura de llamar "aumento de salario" a un subsidio que sale directamente del bolsillo de la población. De esa forma van erosionando la masa protestante, hasta conseguir que sea manejable. Porque prefieren ceder de forma controlada y mínima, a que de repente los tumben y llegue un gobierno popular que haga verdaderos avances que la oligarquía no pueda controlar.
Bueno, pues la derecha actúa rápido. En primer lugar, que el nuevo presidente y su partido es un inútil, que no puede cumplir lo prometido ni remediar lo que criticó. No importa que haya pasado una semana o un día de la toma de posesión, esa es una línea que tienen por seguro que no puede fallar (a fin de cuentas algo de lo prometido fallará, sin dudar), y repetirán siempre, todo el tiempo. Esto lo hará la dirigencia de la derecha, los líderes y candidatos. Los tontos útiles repetirán. Luego, que fueron, son, y serán Venezuela (o el país de izquierda esté en el libreto, como Cuba o Corea del Norte. China no). Pero esto, como en verdad es muy aéreo y tonto, ya no lo dirán tanto los candidatos de derecha, sino su gente de relaciones públicas, las personalidades de los medios, y apoyados por los grandes medios masivos. El objetivo sirve, además de como propaganda, también para entretener y hacer perder el tiempo en cosas a menudo intrascendentes. Hay mucho de chisme en este nivel, mucha denuncia de corrupción, verdaderas y falsas, porque "denigra, que algo queda". Y nunca nunca, tocarán el tema de cambios en la política socioeconómica. Bueno, no en profundidad, sino que cualquier cosa es... "como en Venezuela". En el video que se adjunta, hay un ejemplo de los ataques de la prensa. Existe la campaña de que fulano es un dictador, "como en Venezuela", donde no hay libertad de expresión. Eso es un disparate porque Venezuela es de los países donde la prensa se da el lujo de decir de todo, pero no importa, existe la campaña y se utiliza. El gobierno presionado, puede caer en el error de ceder y convertirse en rehén de los medios masivos solo por querer escapar a las comparaciones; sobre todo en cosas cosméticas y en política internacional. Y los medios masivos responden a la oligarquía dueña del medio. En el caso mostrado el presidente de México no cedió a la presión (y más le vale, porque prácticamente estaban emplazándolo, al presidente de 130 millones, una cosa bochornosa). Dependiendo de cómo vayan sus planes anteriores, la derecha puede pasar a otra etapa que les sale más cara, pero lo hacen de todas maneras, y es la de atentar contra su propia estabilidad social. La inestabilidad ocasiona caída económica y eso les daña, pero si lo ven como remedio lo harán. A la oligarquía no le gusta el desorden y por eso antes empleaba al ejército, pero ya esa carta no le sirve salvo en lugares donde tienen demasiado poder, como Honduras. Les duele tener que emplear a la población, a la que abandonarán lo más rápido que puedan, pero mientras tanto la usan. Obviamente no tienen la mayoría, pues entonces no hubieran perdido el poder, pero en esta etapa, necesitan una buena masa. Los tiran a la calle y la consigna es que el gobierno ha perdido legitimidad. Como supuestamente no tiene legitimidad, es lícita la violencia en la protesta, y dependiendo de cómo vean la receptividad en los medios y en el exterior, pueden incrementar los disturbios o bajarlos en espera de otra ocasión. Las exigencias en estas protestas son básicamente la salida del gobierno, pero pueden agregar cosas muy aéreas, como la inseguridad, el alto costo de la vida, la corrupción y similares. Esas cosas son importantes, pero nunca son los problemas de fondo, como sí lo es el sistema económico. No son protestas para pedir el fin de la desigualdad. Durante este escenario, si las protestas van a continuar, necesitarán apoyo del exterior. Este apoyo monetario y diplomático hasta hace poco era simplemente Estados Unidos, pero el imperio no es lo que solía ser, está malito, y trata de que sus aliados y semicolonias tomen parte del costo, del trabajo, y no le dejen todo a él. En el caso de Venezuela, que ha tenido un costo enorme para ese país y para sus oponentes, se ha tercerizado ese financiamiento y apoyo al "Grupo de Lima". El financiamiento lo sacan robando de los activos extranjeros de Venezuela pero los ataques diplomáticos salen del grupo. O salían, porque se hundieron y solo queda Bolsonaro. Sin embargo, como gran parte de la región vuelve a su querencia, la nueva oposición tendrá que convencer a Estados Unidos a que cargue de nuevo con todo. Así que podríamos ver de nuevo al Comando Sur con mucho trabajo. También el uso de los aliados europeos que tengan, como España o Inglaterra, pero esos están muy lejos y prefieren no meterse mucho. Con esas debilidades, acudirán al uso masivo de las redes sociales, la guerra de propaganda y la guerra financiera. Pero con China ahí, y el imperio con su economía en el suelo, la guerra financiera no hará un daño tan impactante como antaño.
4. "Hay que destruir al gobierno aunque tengamos que usar parte del pueblo. La violencia, heridos y muertos serán culpa del gobierno que no cae." 5. "No cae, tenemos que pedir ayuda al extranjero para continuar la lucha." |
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Octubre 2020
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