Ya había anunciado el Tablero de Cronos lo despistados que iban los que gritaban guerra. Hay un artículo anterior al respecto. Pero lo de ahora es hasta divertido, hay que reírse al pensar en la cara de los guerreristas habituales. Pero basta, pase el Tablero al análisis de la situación y resultados. ¿Quién se anota esta pequeña victoria diplomática? Las victorias suelen tener muchos padres. Trump dice que Kim fue a rendirse a Corea del Sur por la fuerza de sus sanciones económicas. Hay quién pide el premio Nóbel para Moon Jae-in, presidente surcoreano. La cosa fue un proceso con 4 participantes principales: Rusia, China, y las dos coreas. Cuando la cosa se puso movida, con las pruebas de bombas de fusión y misiles de largo alcance de Pyongyang, todos fueron a velar por sus intereses, y resultó que los intereses de esos cuatro tenían muchos puntos en común. En primer lugar, paz, porque nadie quiere su destrucción (las coreas), ni radiación en sus fronteras y menos tener al ejército imperial en ellas tampoco. China, convencida de la fuerza de la economía, habló con Rusia y juntos decidieron acomodar un plan antiguo y ofrecerlo: la unión de Seul con el resto de asia por tierra. Trenes de carga y pasajeros de alta velocidad, y tal vez un gasoducto para llevarles gas ruso (o energía), que ellos necesitan mucho. Para Corea del Norte la ganancia es que no le costaría casi nada, lo pagaban los otros, y tendría acceso (las nuevas infraestructuras tocarían su capital) y cierto control sobre el asunto. En los planes del gobierno norcoreano está la modernización de su país, pero quieren hacerlo de forma muy controlada. Prometiéndoles eso, con alguna garantía, están abiertos a ello. Han decidido que su sociedad podrá asimilar cierta influencia extranjera sin que se desorganice o decidan cambios drásticos en su sistema socioeconómico. Corea del Sur por supuesto adora el plan. Integrarse a las líneas férreas de Rusia, que llegan a europa, y a las nuevas rutas chinas, le dan una ventaja competitiva grande sobre su rival Japón, la otra isla industrial. Hasta ahora Corea del Sur ha tenido que comportarse como una isla, al tener cerrada su frontera natural por el norte. Además es seguro que hacen su propio cálculo geopolítico: confían en que su cultura se irá filtrando a Corea del Norte por las líneas de tren, lo que le allanaría, en el futuro, la posible unión bajo su mando de ambas naciones.
infraestructuras, a la "velocidad" de sus grandes ciudades; en cuanto al sistema económico, es improbable que lo cambien.
¿Y qué hay de Trump y las sanciones estadounidenses? Nada. No hay nada. Por supuesto que algún daño hacen, y que no ayudan para nada a los planes de modernización de los norcoreanos; pero sanciones es algo a lo que ya están muy acostumbrados, y no ha servido en el pasado para producir cambios socioeconómicos de importancia. Si no lo consiguieron cuando las inundaciones, en las que literalmente murió gente de hambre, no iban a servir ahora tampoco, cuando están en una mucho mejor situación. Las declaraciones de Trump son para consumo de los medios masivos occidentales. Entonces irán de amigazos hasta... Predecir con certeza, que es la meta del análisis geopolítico, resulta difícil. Porque todos los jugadores tienen sus armas, planean y deciden cambios. Cree el Tablero de Cronos que no lo hace tan mal, de modo que intentará decir una palabras. Espera que los planes económicos, de infraestructuras, de transporte, de energía e intercambio cultural intenten llevarse a cabo al menos durante la próxima década, con apoyo general de los involucrados. No habrá traiciones al respecto, pues es ganacia para los 4 implicados principales. Las desviaciones vendrían de fuera, del imperio probablemente, que saca provecho de la situación de conflicto para mantener en la zona decenas de miles de soldados, portaviones, bases militares, etc. Aparte, nuevos mercados para el gas ruso siempre le sabe a hiel, y el hecho de que Corea del Sur se enfoque en eurasia envés del Pacífico no les gusta nada. Y claro, usaría la basa en que aun es potencia indiscutible, la militar. Intentaría provocar, ocasionar hechos puntuales, alguna reacción militar de Corea del Norte que lleve al enfriamiento de relaciones con el sur, algún hecho que consiga que el siguiente gobierno surcoreano se retraiga de nuevo, o que la propia Corea del Norte decida que es demasiado peligroso abrir más su frontera. En cuanto a Japón, que también se vería afectado por una Corea del Sur más fuerte económicamente, podría intentar ralentizar el proyecto, pero sin arriesgarse a detenerlo. La paz y el peligro de las armas nucleares de Corea del Norte le convencerán de que es la mejor opción. Y tienen la creencia de que podrán seguir manteniéndose por encima mientras las dos coreas no se unifiquen. Y ahí está un punto clave: en ningún momento se ha tratado la unificación. ¡No está en agenda! Y no lo estará por un buen tiempo.
2 Comments
Jorge E. Carrillo Ch.
7/5/2018 08:38:33 pm
Demasiado aséptico el punto de vista, pues hay una guerra comercial y territorial (China); militar y energética (Rusia); así como económica (EE.UU. y su dólar) en el Oriente. Es un punto caliente, no es sólo territorial.
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jhrcronos
8/5/2018 02:24:16 am
Muchas gracias por comentar.
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