En la historia reciente, nunca el reino de Arabia Saudita había enfrentado una combinación tan letal de circunstancias. Cierto que siempre se ha buscado sus líos, como cuando sirvió de base contra Irak en los 90 (cosa que Osama Bin laden, saudita, juró vengar indignado por el uso de la tierra de Mahoma por un ejército infiel). O cuando permitía y colaboraba con el financiamiento de los futuros talibanes, esos "luchadores de la libertad" estadounidenses. Y por supuesto, las mil triquiñuelas que usó y usa contra el que considera su gran adversario: Irán. El lío no empezó con este, Salmán bin Abdulaziz, sino con su antecesor y hermano fallecido, Abdalá bin Abdelaziz. Resulta y viene al caso que cuando Estados Unidos y secuaces ocuparon Irak, decidieron que debían barrer con lo que era el gobierno y estado hasta ese momento, de mayoría sunita, y apoyar la formación de un gobierno de mayoría chiita. Este nuevo gobierno pronto se llevó bien con el gobierno iraní, que es una república teocrática de mayoría chiita. La cosa no le hizo ninguna gracia a los saudíes. De manera secreta y no tan secreta el reino empezó a financiar grupos extremistas islámicos, gente como Al qaeda. La cosa aun tenía poca importancia; el precio del petróleo daba para eso y más. * * * Al oeste se desarrolló lo que llamaban "primaveras" árabes. En la de Egipto se consiguió la caída del dictador apoyado por occidente, Mubarak, consiguiendo el poder por la vía electoral los Hermanos Musulmanes (apoyados por el antiguo rey de Catar). Eso de la democracia no gustó mucho al ejército egipcio, que lo derrocó pronto sin que al pueblo le molestara gran cosa. Egipto estaba quebrado económicamente, de modo que el nuevo dictador estuvo husmeando por dinero. La casa de Saud vio la oportunidad de acabar con los Hermanos Musulmanes, a los que ven como amenaza para la legitimidad se su monarquía, así que decidió subsidiar a Egipto con muchos muchos miles de milones de dólares. ¿Cuanto? Difícil de saber el total al día de hoy, pero de principio se les entregó algo así. Medios rusos calculaban a principios del 2015 que iban 23 mil millones, y hace unos días se anunció una nueva ayuda de Arabia Saudita y el BM por 15 mil milones más. No es paja de coco. * * * Por aquel entonces, otro país estaba en muy serios aprietos económicos: Turquía. Su déficit de cuenta corriente se ha disparado desde el 2008, con la crisis mundial. Alguna vez superó el 8% del PIB. El gobierno turco, Erdogan, buscó por todos los medios maquillar las cifras y la solución, según se cree, la encontró en Arabia Saudita. Ellos le prestaron el dinero para financiar su extraordinario déficit. A cambio, Turquía apoya la geopolítica del reino en Irak y Siria. ¿Cuanto dinero? Lo desconozco. * * * Hacer la guerra es muy costoso. Llevar dos a la vez, es desastroso. Pero es justo lo que está haciendo Arabia Saudita, llevar una guerra subsidiaria en Siria, y una directa en Yemen. Y las está perdiendo, ambas. La de Siria había dado bastantes problemas por la resistencia del régimen de Assad, sin embargo se esperaba su caída, al contar con los apoyos directos o velados de la mayor parte de los países de la zona, como Turquía, Jordania e Israel, y una Irak entrampada en su propia guerra interna y una Irán que intentaba negociar el levantamiento de sanciones con Estados Unidos. Todos los planes al respcto se fueron al suelo cuando Rusia decidió ayudar al gobierno sirio, tanto con recursos como militarmente. Desde ese momento la caída del gobierno Sirio se ve muy lejana. Irán terminó de negociar el levantamiento de las sanciones y pronto podrá apoyar más a sus aliados en Irak y Siria. En cuanto a la guerra de Yemén, ha ofrecido un espectáculo que raya en el ridículo para las fuerzas y el gobierno Saudí. A pesar de estar armados con el material más moderno que la OTAN vende, y de pedir ayuda a sus semicolonias de toda la península, ha tenido que recurrir a mercenarios para librar la guerra (tristemente hay gente de latinoamérica). Eso no ha sido suficiente y los hutíes de Yemén han logrado llevar la guerra a territorio saudí y hasta atacado pueblos y aeródromos. * * * El golpe crítico se lo ha ofrecido el precio del petróleo. Que irónicamente es una trampa que ellos mismos tendieron, al intentar destruir la naciente industria del esquisto y otras energías alternativas en base a un bajo precio. Y de rebote complicaba la vida a Rusia. Probablemente el reino esperaba que sus guerras acabarían pronto, lo que le permitiría ahorrarse esos dineros. No ha sido así y la sangría es muy grave, con las reservas en dólares bajando casi 100 mil millones en el 2015, y el déficit de cuenta corriente esperado en cerca del 20% del PIB. La entrada de Irán al mercado petrolero asegura que a menos que ocurra algo muy grave, los precios seguirán bajos por el siguiente año. El rey, intentando mantener las finanzas saludables, decidió recortar subsidios y otros beneficios, incluyendo un aumento de 50% en el precio de la gasolina y de 25% a la electricidad. La monarquía usualmente mantiene pasivos a sus ciudadanos amparado en los enormes beneficios que obtienen del petróleo, y con el apoyo del sector religioso (wahhabita extremista). Hoy en día, ese anestesiante se diluye, las guerras socaban el prestigio de su ejército y occidente no está tan animado en sacarlos del apuro pues con el petróleo tan barato disminuye su importancia. En estos días mandó ejecutar al principal líder religioso chiita de su reino, junto a otras decenas. Hay protestas. Los hutíes yemeníes son chiitas. El dinero disminuye. Los príncipes conspiran contra el rey, del que se rumorea está mal de la cabeza. ¿Quién le dará el toque de gracia? * * * Pronóstico: Un ataque importante a los oleoductos o refinerías saudíes dispararía el precio del petróleo. Muchos verían eso con agrado. También tendría el mismo efecto una caida larga traumática de la monarquía, sin claro sucesor.
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Octubre 2020
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