Un pronóstico certero hizo el Tablero de Cronos del asunto aquí. Pero como las pugnas políticas nunca acaban, lo que importa no es lo que ya se acertó sino describir lo que sucede y sucederá. O tratar, que este autor solo es humano. Los que perdieron las elecciones en Bolivia: Ahí está la imagen, y esos perdieron dentro de Bolivia. Los golpistas, que eran de derecha y conservadores. Hasta ultra conservadores si cabe, llegando al extremismo religioso y abierto racismo contra la mayoría de su población. Pierde la cúpula militar, y aunque el verdadero líder militar golpista hace rato que cobró lo suyo y se fue, quedará gran parte de los que apoyaron el asunto. El MAS (Movimiento Al Socialismo) debe haber hecho su estudio al respecto, ver cómo y cuando perdió el control de los militares, y tener algunos reemplazos... pero de todos modos es un asunto complicado, por asuntos de escalafón, experiencia e idoneidad. Al momento de publicar este relato sale la noticia de que el congreso modificó el reglamento de modo que algunas decisiones, incluyendo promoción de militares, puedan hacerse con mayoría simple y no con dos tercios de los votos del congreso. Pero vayamos a geopolítica. La OEA, que es solo un asunto burocrático para el mercadeo y obedece a EU, perdió. Perdió su secretario general, y aunque en las noticias señalen a Luis Almagro como un gran responsable, apenas hace lo que le dicen sus jefes. Es un símbolo, y lo que procede es explicar el significado... un poco más adelante. Perdió el Grupo de Lima. ¿Qué es o era el grupo de Lima? Pues eran los que, teniendo más peso dentro de la OEA y de ideología neoliberal, a la vez estaban muy interesados en hundir al gobierno venezolano o simplemente estaban muy deseosos de quedar bien con EU. Con la caída de Evo Morales y su gobierno en Bolivia, que ha sido desde el inicio férreo aliado del chavismo y la izquierda regional, inmediatamente consiguieron que Bolivia se uniera a ese llamado Grupo de Lima. Para ellos era importante, debido a los cambios de gobierno en México y Argentina, que dejaron de apoyar activamente sus políticas y en el caso de México, a criticarlas abiertamente. Con Bolivia dentro podían mostrar que el consenso "crecía". Pues ahora no crece sino que se descalabra, porque sus enemigos han aprovechado para sacarle el máximo provecho político. Si la OEA quedó desacreditada por su apoyo al golpe de estado en Bolivia... ¿con qué cara irá a juzgar las votaciones en Venezuela ahora en diciembre? Bueno, invitada no está, pero de todos modos hablará y el Tablero de Cronos profetiza diez a uno que su Secretario General dirá que son fraudulentas, sin validez y que Maduro es un dictador. En la práctica, ¿qué significa? Pues no mucho. Estados Unidos mantendrá su bloqueo económico, y tal vez hasta le agregue alguna medida cosmética para celebrar la victoria del PSUV, el oficialismo. ¿Victoria? eso dicen y probablemente sea verdad: la oposición está atomizada y sus principales dirigentes desacreditados. Por tanto el petróleo de Venezuela seguirá en manos de su gobierno. Mencionado el imperio, podemos agregar que tenía interés en que prosperaran los golpistas. Volver a tener el control de las materias primas de Bolivia, incluyendo el gas natural (que es muy importante para Argentina) y el litio (el mensaje de Elon Musk no tiene desperdicios), siempre con demanda creciente. Además de cortar los pequeños pero insipientes lazos de Rusia en el país, relacionados a sectores de hidrocarburos y tecnología; y los de China, más importantes en el tema del transporte y el famoso tren bioceánico. Tren en el que por cierto Brasil estaba y debería estar muy interesado, pero mientras Bolsonaro sea presidente no se puede contar con ellos. Ahora, como el golpe falló y vuelve el partido de Evo Morales con mayor aprobación popular que antes... las relaciones con EU simplemente volverán al punto de partida, salvo una pequeña pérdida de prestigio en la percepción popular de la región, que al imperio no le importa mucho. ¿Brasil perdió? Brasil había perdido desde que Bolsonaro es presidente. Ese loquillo abandonó las posiciones y ambiciones geopolíticas de Brasil, que tanto trabajo y dinero les costó crear durante la "década dorada". Peleado estaba con el gobierno boliviano, al que desprecia porque es racista. La oligarquía seguía sus negocios en el oriente boliviano, pero estancado y así seguirá. Fue el último país de la región en felicitar a los ganadores, casi una semana después. Triste caso cuando un gobernante no sabe tragarse el orgullo. Tablero, pero si nada cambia, ¿para qué escribes esto? Los ganadores de las elecciones en Bolivia: Ya mencionamos a Venezuela. Políticamente es una gran victoria para ellos, aunque económicamente no sea ayuda, por lo bajo de su comercio bilateral (y es una lástima porque su economía está por el suelo). Podrá mercadear regionalmente la idea de que la OEA y el grupo de Lima solo son golpistas de derecha, y de forma bilateral, intentar que algunos de esos países cambien su postura y reconozcan su gobierno. Es muy probable que lo consigan, con algunos países pequeños. Y estarán más preparados para cuando continúen los cambios, en las siguientes citas electorales de la región, como las de Ecuador, Perú y Chile el año que viene. Porque conviene saber y lo repite el Tablero: Venezuela es de los poquísimos países de América latina con planes geopolíticos e ideas al mediano plazo. Argentina también es un ganador. El comercio con Bolivia actualmente favorece a Argentina, y cuando no, es debido al gran peso de las importaciones de gas natural. Cuando Argentina privatizó su gas, en época de Menem, toda esa industria se fue al caño y aunque al día de hoy ya tienen de nuevo control sobre parte de esa industria estratégica, durante los años de Macri se ayudó a incrementar la participación de las empresas privadas mientras se desplomaba la del estado. Aunque los yacimientos de esquisto auguran una subida de la producción, aun dependen mucho del gas importado boliviano, el más barato. Pero ese gas es codiciado por Brasil también (hasta por Chile), y Bolivia lo reparte de acuerdo a sus intereses. Durante el gobierno de Evo Morales las relaciones con Argentina mejoraron y su partido, ganador de estas elecciones, está mucho más cerca de los herederos del Kichnnerismo que de Bolsonaro. Argentina recibió a Morales en su exilio y le permitió dirigir la campaña política desde ahí (en general, no se permite tanta actividad política a un asilado o similar). En cambio, de haber ganado los golpistas, la cuota de gas corría peligro de inclinarse en demasía hacia Brasil, o de sufrir algún aumento de precio que para la Argentina de hoy sería un gran golpe. Y, si de casualidad se privatizara, había riesgo hasta de cierre del grifo, debido a los problemas de deuda argentinos. Finalmente, Bolivia es un buen destino para la industria Argentina, que es de nivel tecnológico medio, y está en competencia con Brasil y China. Cualquier ayuda le vendrá bien.
Días más tarde Evo Morales agradecería a México por salvarle la vida.
Por más buenas intenciones o apreciaciones morales que existan, en las luchas políticas y geopolíticas siempre se debe buscar la ganancia que se espera detrás de cada movimiento. México cambió su tendencia política de forma sustancial, después de décadas de estar en extremo subordinado a lo que diga Estados Unidos. Este autor le había dedicado un artículo, acá. Desde ese entonces han pasando dos años, y le alegra al Tablero que hayan tratado de crear espacio político, de tomar relevancia en latinoamérica y hasta dirigir un grupo. En esto consiste la principal ganancia de México con el asunto boliviano. Se opuso desde el inicio al golpe y el tiempo le dio la razón, se da el lujo de criticar a la OEA, se "olvida" que existe el Grupo de Lima, y llama a los demás a que pidan la renuncia de Almagro. No se tienen los votos para despachar a Almagro, pero el mercadeo está hecho. "Por gusto se pelea México con Estados Unidos y los demás, no le da ninguna ganancia económica". Pero es que México ya se peleaba con EU, ¡y no puede dejar de hacerlo! No si quiere llevar a cabo sus ideas geopolíticas, controlar sus recursos naturales estratégicos y dejar de depender tan absolutamente del imperio. Dejando eso claro, México debe dirigir sus planes a mitigar los daños que vendrían con el proceso. Claro, al inicio simplemente eran palabras, proyectos lejanos que la derecha atajaría...; pero ya no, la cosa pasa a los hechos y la oligarquía mexicana no ha logrado detener nada. De modo que la plutocracia estadounidense decidió ponerse a trabajar y manda una carta dejando abiertas las hostilidades, y nadie puede confundirse con ella: "Dear Mr. President, We write today to bring to your attention concerning actions by the Government of Mexico that threaten U.S. energy companies’ investment and market access and undermine the spirit of the United States-Mexico-Canada Agreement (USMCA). As you know, Mexico is the largest export market for U.S. petroleum products and is a growing market for natural gas exports. In fact, U.S. exports of refined products to Mexico have tripled over the past decade. ...". ¿Quien ignora que para Estados Unidos, sus intereses son parte de su soberanía, en cualquier parte del mundo? La carta está firmada por congresistas del oficialismo y la oposición. Tampoco debe llegarles de sorpresa a los mexicanos, y su gobierno aprovecha sus éxitos diplomáticos en Bolivia para mandar la respuesta contundente: los recursos y política energética no serán negociados, es un asunto de estado y no hay tratado de libre comercio que valga. Trump está en elecciones, y probablemente no respondan hasta pasadas estas. También hubo un choque hace poco con respecto al agua que México debe enviarle a EU por contrato, que realmente era un ataque político contra ambos gobiernos, pero se convertirá en otra piedra en el zapato muy pronto. Igual la penetración de las inversiones Chinas en México, o de tecnologías como el 5G, que de captar a México para tecnologías chinas, arrastraría a varios países latinoamericanos en los que las empresas mexicanas de telecomunicaciones son líderes. Entonces México busca aliados políticos y económicos. Mientras más mejor, y para eso está Bolivia ahora. Venezuela desde antes, y el año que viene Chile entra en una nueva etapa, con nueva constitución incluida, donde se espera que haga un giro a la izquierda. Igual las relaciones con Argentina son cercanas. Con Bolivia y Venezuela, tendrá aliados entre los países pequeños del Caribe y Nicaragua, que si bien no son economías de peso, son votos diplomáticos. Y México aprovecharía el vacío dejado por Brasil en cuanto a inversiones y consenso político. ¡Alto!, no entusiasmarse demasiado. Por ahora, son solo unos pasos. Pero si la izquierda en México aspira a gobernar por algunos períodos más, intentará avanzar más en la construcción de un liderazgo regional. ¿Y Chile, ganó algo con el caso Boliviano? Por supuesto, pero no para hoy sino el año que viene. Porque el gobierno que surja con la nueva constitución necesitará toda la ayuda posible...
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